Opinión

Aniorte y Niño abandonan el grupo de Villacís y Almeida activa el modo avión

La salida de los concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Pepe Aniorte y Ángel Niño, ha puesto en evidencia el hundimiento de la formación en el último reducto que le quedaba, el Ayuntamiento de Madrid.

MADRID.-Almeida recuerda a Villacís, tras la baja de Aniorte y Niño, la "bienvenida" que ella dio a Garrido al pasar de PP a CS
MADRID.-Almeida recuerda a Villacís, tras la baja de Aniorte y Niño, la "bienvenida" que ella dio a Garrido al pasar de PP a CSEuropa Press

La vicealcaldesa, Begoña Villacís, suma otras dos bajas entre los suyos. El concejal de Familias y el de Innovación abandonaron el grupo esta semana con la intención de incorporarse a las filas del PP. En plena ebullición por la elaboración de las listas municipales, el goteo de huidas en Ciudadanos incrementa la inquietud en los despachos de Cibeles, donde cargos y asesores populares aguardan para obtener un puesto en la próxima legislatura ahora que el alcalde podría hacerse con una mayoría cómoda para gobernar.

Saben en el Ayuntamiento que las listas electorales tienen que contar con el plácet de la presidenta del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha manifestado su incomodidad con los naranjas. “Lo mejor de Ciudadanos está en la Comunidad de Madrid”, dijo cuando se descubrió el intento fallido de Villacís por integrarse en el PP. El posible fichaje de ex concejales de Ciudadanos por parte de Almeida incomoda entre los suyos, pendientes de sus movimientos y de los que se reserva la presidenta para llegar a la cita electoral del 28-M y el reparto de carteras en su próximo gobierno. Fuentes del gobierno regional aventuran que habrá trasvases de fieles de Ayuso al consistorio y que algunos de los concejales del regidor no verían mal su vuelta a la Comunidad donde estuvieron en la etapa de Esperanza Aguirre. En este contexto, un posible cobijo a los de Ciudadanos en puestos de responsabilidad municipales inquieta aún más entre asesores, vocales vecinos y técnicos de Cibeles que reivindican en muchos casos su “entrega y fidelidad al partido”, además del “trabajo bien hecho durante estos cuatro años”.

Conscientes de los recelos de Ayuso para contar con más naranjas en las filas populares han empezado una “ofensiva silenciosa” para estar presentes en la campaña madrileña organizada desde el cuartel general de la primera planta de Génova. Por el contrario, en Ciudadanos concejales y cargos intermedios procuran pasar inadvertidos en la precampaña de Villacís, albergando la esperanza de que Almeida los rescate para direcciones generales en su próximo gobierno. La semana en la que la vicealcaldesa ha constatado la traición de dos de los suyos, el alcalde niega que tenga una decisión tomada respecto a ellos, aunque en Ciudadanos lo den por hecho. Almeida tiró de argumentario para explicar que la lista la tiene que supervisar con “el PP regional y el nacional”. Sabe de las reticencias de Ayuso hacia Ciudadanos después de compartir con ellos un gobierno de coalición a cara de perro que terminó con la extinción de la formación en el tablero político regional.

La convocatoria de elecciones y el rotundo resultado de ésta en las urnas le dejó manos libres para conformar su Ejecutivo, en el que la consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, fue la única procedente de Ciudadanos. No está claro que repita en el próximo pese a la “unión del centro derecha” que alientan desde los restos de la formación. “Creo que el momento político que vive España exige la unidad del centro y la derecha. Los resultados electorales desde 2019 demuestran que los votantes piensan lo mismo. Y creo que la política social a favor de las familias será decisiva en los próximos años”, afirmó el ex concejal de Familia en su cuenta de Twiter en su despedida, días antes de que el Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobara un decreto para la renovación automática del título de familia numerosa hasta que el hijo menor cumpla 26 años. Desde el entorno de la vicealcaldesa restan importancia a un posible trasvase de su equipo al PP. Pese a que Villacís calificó de “traición” por parte de Almeida un previsible fichaje de sus concejales, en su gabinete quieren escenificar normalidad. “No nos pilla de sorpresa. Se veía venir, pero nadie es imprescindible. Incorporaremos a otros”, aseguran, conscientes de que una confrontación con el alcalde a costa de la fuga de sus concejales no es oportuno a poco más de un mes de los comicios municipales. Ante la polémica, Almeida se ha instalado en modo avión. Ha desactivado comunicaciones con los naranjas pero sigue usando las posibilidades que no requieren conexión con la cúpula de su partido, como la aceptación de éstos en sus actos institucionales. “Al fin y al cabo, son concejales del Gobierno municipal”, dicen en su equipo. La vicealcaldesa no asistió al Pleno extraordinario de Bicimad que se celebró el Martes Santo pero su Grupo dejó clara la equidistancia con el PP.

El portavoz, Santiago Saura, cargó duramente contra su socio de Gobierno al calificar el sistema “es deficiente” y “manifiestamente mejorable”. La falta y pérdida de bicicletas centró el debate solicitado por Más Madrid en el que la política nacional volvió a colarse. “Nosotros no negamos los problemas, no como el gobierno de Pedro Sánchez con el Cercanías”, dijo el concejal de Movilidad Borja Carabante, señalado por la oposición. Almeida no se pronunció. Su equipo quiso protegerle de los ataques y evitar rifirrafes en una semana escasa de noticias. El alcalde está en vuelo.