Paseo por Madrid
La decepción de Robles
La ministra de Defensa, Margarita Robles, entregó la cabeza de Paz Esteban, directora del CNI, a los nacionalistas
El PSOE ha tenido, desde que se fue Juan Barranco del Ayuntamiento de Madrid, dificultades para encontrar a un buen candidato/a. Le deseo suerte a Reyes Maroto, pero me temo que va a ser que no.
Tenían una buenísima, pero ella dijo no. Este caminante cree que hubiera tenido un magnífico resultado, pues hasta hace unos meses había transmitido mensajes que gustaban a los madrileños. Ha defendido el concepto de España que tiene gran parte de los ciudadanos de esta gran ciudad. Le ha contestado a los podemitas/pacifistas de Putin cada vez que han insultado a las Fuerzas Armadas o a la inteligencia (que han sido muchas). Le escuché dos intervenciones en directo en los últimos meses, en defensa de valores que comparte mucha gente de esta región y de esta ciudad, y me gustó. La podría votar, como mucha gente.
Pero llegó la prueba del algodón. La ministra de Defensa, Margarita Robles, entregó la cabeza de Paz Esteban, directora del CNI, a los nacionalistas. Perdió todo su prestigio ganado con muchas horas de trabajo. Prefirió la disciplina de un partido, al que no pertenece, que defender a una gran servidora del Estado, querida por todos sus subordinados, algo difícil en un puesto tan complicado.
Ahora se ha lanzado a la arena de los mítines. Qué pena. La primera ha sido apoteósica. El PSOE, que estuvo muchos años en el poder, y que lleva ahora cinco en el Gobierno, aparcó la Operación Campamento y ahora la culpa es del PP. El PP ha cometido muchos errores, y los comete a diario, como no recibir, con respeto, hoy en la Comunidad de Madrid, casa de todos, al ministro de la Presidencia Félix Bolaños. Pero no es culpable de no poner en marcha la Operación Campamento. Y ella lo sabe. Qué pena.
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