Jorge Blass: «En magia es positivo que el público no acepte todo»

Que Madrid es mágica, es una apreciación que compartirán muchas personas. Pero que lo es en el más estricto sentido de la palabra es desconocido por otros tantos. Los dos últimos grandes premios mundiales de magia, desconocidos para el público, por cierto, son madrileños. A nivel internacional, el nombre de la ciudad tiene tal peso que hace que magos de cualquier parte del mundo, hagan hueco en sus agendas para venir. Hace cuestión de un año, el New York Times, dedicó cuatro páginas a «el hombre que hizo de España la capital mágica del mundo», el también madrileño, Juan Tamariz. Precisamente, uno de sus alumnos, el madrileño Jorge Blass, referente en el ilusionismo mundial, ha sido el responsable de elevar el nombre de la capital.

Primero, creando innovadoras ilusiones que sorprenden al público del siglo XXI desde hace más de veinte años y por ser el creador del Festival Internacional de Magia de Madrid, que celebra esta semana su decimocuarta edición. «Viajaba mucho, veía pequeños festivales y no entendía que una ciudad como esta, en la que históricamente tiene mucho peso la magia y de la que han salido maestros que han influido en la magia mundial no tuviese un festival propio», dice Blass a este periódico. Fue en el nacimiento del Circo Price, donde vio la oportunidad perfecta. «Su por entonces director, Pere Piñol, tuvo mucha visión y contrató a Tamariz. Fue tan bien, que se lo propuse y confió en ello». El primero fue de una semana de duración y adivinen, se agotaron las entradas. «Era la demostración de que el público tenía ansia por ver magia». El segundo año; de dos semanas. Y así, ha ido creciendo de forma progresiva, hasta llegar a las cinco actuales.

Desde mañana y hasta el domingo, 11 de febrero, tendrá lugar la Gala de Cerca. Seis shows con tres magos especialistas en magia a corta distancia. Mientras que desde el 14 de febrero y hasta el 10 de marzo, tendrá lugar la Gala Internacional de Escena, donde se juntan siete magos de distintas partes del mundo. Los asistentes podrán descubrir la magia de prestidigitación gracias al coreano que ganó el último Premio Mundial de Magia. «Solo utiliza sus manos y hace aparecer objetos al ritmo de la música. Es muy estético y ha reinventado la técnica para hacer este número», explica Blass. Además, señala que los magos coreanos tienen una forma de interpretar la magia «muy distinta» en cuestión de ritmos. «Ocurren muchos efectos al mismo tiempo... cambia mucho ver a un mago coreano que al resto». Las grandes ilusiones se reinventarán gracias a la maga inglesa, Josephine Lee, quién reivindica el papel de la mujer en la magia. «La sensibilidad del público ha cambiado, ha pasado el tiempo y a la gente ya no le impresiona ver a una mujer metida en una caja. Lee le da un giro a esa magia caduca». Mientras que el español, Adrián Vega, Premio Nacional de Magia, demostrará que la magia no sólo tiene que ser espectacular o sorprendente, que también puede ser lírica o poética.

Como novedad, en esta edición además del elenco de magos habrá artistas invitados en días concretos.Desde Las Vegas, el 21 de marzo se sumará al elenco el genio de la magia cómica, Mac King. «Lleva más de veinte años con su show en Las Vegas y es algo extraordinario verle Europa». Mientras que el 27 y 28, será el turno de Dani DaOrtiz, número uno de magia con cartas. También habrá espacio para el Concurso de Nuevos Talentos, donde diez magos nunca antes premiados podrán hacer sus shows, ser evaluados por un jurado y acceder al premio Nuevo Talento de la Magia. En esta edición, el Premio Madrid Ciudad Mágica se le otorgará a «Adopta un abuelo», una aplicación creada en la capital para acompañar a miles de personas mayores. Por último, el 27 de febrero y el 5 de marzo, se desarrollarán los Diálogos Mágicos, donde neurocientíficos hablarán de las emociones y de cómo los magos juegan con el cerebro. «En distintas partes del mundo ya hay expertos que están estudiando a los magos para ver cómo de forma innata jugamos con la percepción, la memoria o la atención. Al parecer, hay una explicación neurocientífica sobre cómo os hacemos flipar», dice entre risas.

Cerca de 30.000 personas, de todas las partes del mundo pasarán por el Teatro Price las próximas semanas. La expectación cada vez es mayor y las entradas se agotan cada vez antes. «Cada año es un reto porque ya hay mucho público que ha venido a ver el Festival, que conoce la magia, los diferentes estilos y ha desarrollado una crítica favorable, ven un acto y tienen referentes». Es esto el fin del Festival: «antes se creía que era una cosa de niños y esto demuestra que hay muchas formas de hacer magia, que hay científicos interesados, tiene historia...es interesante, a nivel artístico y cultural y deberíamos estar orgullosos».

Blass aún recuerda cuando empezó, con solo 19 años y no había teatros que programaran magia. El Berlín Cabaret o la Sala Galileo Gaileli, fueron las primeras en verle en escena. «Ahora mismo hay en Madrid más de diez shows de magia que puedes ir a ver. Eso es algo que solo puedes encontrar en Las Vegas, ni si quiera en Nueva York hay tanto». Atrás quedaron los clichés caducos como los espectáculos con animales o con bailarinas. «Hay otros caminos y formas. Es muy positivo que el público no acepte todo y que nos invite a explorar reflexionar nuevas fórmulas». El gran reto ahora es es que haya más magas, algo que achaca a la falta de referentes. «Hay muy buenas, pero muy pocas. Tenemos que echar una mano en este sentido». Desde su productora, lo hacen con Inmagic, la maga más viral del mundo. «Siento que habrá niñas que querrán serlo por verla a ella», sentencia.