Música
«Mil rosas para ti»: mis recuerdos madrileños de La Oreja de Van Gogh
Ahora que la banda y Leire separan sus caminos, confirmamos que hay instantes que se quedan grabados como una fotografía
El lunes pasado La Oreja de Van Gogh comunicó que Leire Martínez (su cantante durante 16 años) y la banda tomaban caminos separados. La noticia bomba ha vuelto a poner de manifiesto la mediocridad que transmite el ser humano a través de la redes sociales, empañando el verdadero poder del sonido del grupo.
Siempre me ha gustado La Oreja de Van Gogh... Incluso es justo decir que, además, me han caído bien como grupo. Tienen una carrera tras de sí intachable, certificando canciones hechas desde el corazón y para los corazones: «Rosas», «Jueves», «Puedes contar conmigo», «París», «El gorro azul», «Cometas por el cielo»... Títulos que no solo llegaron al número uno de las listas de éxitos, sino que se han quedado en la memoria colectiva de millones de personas por y para siempre. No tengo ningún pudor en decir que, probablemente, la historia los ponga (si no les ha puesto ya) en el triángulo de los reyes del pop y rock español, junto a Mecano y Héroes del Silencio.
Hay veces que la vida parece tener sentido y no sabes por qué, pero se te quedan cosas vividas fotografiadas en tu mente. Mi memoria fotográfica siempre gozó de buena salud, y recuerdo perfectamente la primera vez que escuché la maqueta de una de sus primeras canciones, «Cuéntame al oído». Ocurrió en los pasillos de la compañía de discos Epic (Sony Music), en el Paseo de la Castellana. Me acababan de contratar hacía unos meses para ser el paquetero, pero para mí fue meterme de lleno en la industria discográfica. Aquella canción me la puso Jennifer Ces, entonces la AR de la compañía (nadie se puede imaginar, ni tan siquiera el grupo, lo que trabajó hasta conseguir que les publicaran un disco). Fue la que me dijo «ven a mi despacho, quiero que escuches esto». Me encantaron.
También recuerdo el primer día que Haritz, Xavi, Álvaro, Pablo y Amaia llegaron con su disco debajo del brazo a la oficina. Yo era el último mono, pero insisto, lo viví intensamente; para mí era un sueño el hablar con un grupo musical en ciernes, y sobre todo formar parte de todo ese mundo que tanto había mitificado. Hubo muchas cosas que me llamaron la atención, pero en honor a la verdad, lo más fue el ver a Amaia con las cosas tan claras, ella sabía (o al menos intuía) que su banda iba a llegar muy lejos. El objetivo era tratar de vender 15.000 discos para asegurarse un segundo álbum...¡Vendieron 750.000!
El grupo despuntó en un momento raro para los grupos. Muy pocos de los que dicen llamarse críticos musicales defendieron el verdadero talento del quinteto. Pero ellos, con sus frescas canciones y un trabajo impecable por parte de la compañía, fueron convenciendo al público. Incluso, en la gala de los extintos Premios Amigo en 1999, Alejandro Sanz les dio la enhorabuena entre bastidores.
Comenzaron a ser portada en todos los medios españoles. Amaia Montero pasó a formar parte del imaginario de toda una generación a la cual se querían parecer. Hay que estar en la piel de ella para entender y saber cómo se puede asumir un éxito de esas magnitudes... Decidió abandonar el grupo en 2007, ya se habían convertido en clásicos, ella tenía ante sí una inquietante carrera en solitario, ellos decidieron continuar con el grupo, su sonido y el sello que les había convertido en algo tan especiales. La apuesta fue sin ningún tipo de complejos y prejuicios. Recuerdo cuando presentaron a Leire en sociedad. La ciudad elegida fue Madrid, concretamente en uno de los salones de Casa de América. Ante más de un centenar de medios interpretaron su nueva canción, «El último vals». No tuvo que ser fácil para la banda volver a empezar de cero, tampoco tuvo que ser fácil para Leire recoger el testigo, ser la voz de una banda totalmente establecida y tratar de llevarla al más allá (en los años 80 ocurrió con Olé Olé, una desconocida Marta Sánchez acrecentó el éxito de aquel grupo, que tan bien había liderado Vicky Larraz). Aquel primer disco de La Oreja con Leire aportó una frescura y energía que, probablemente, ya habían perdido por culpa del éxito. La marcha de Amaia hizo que Pablo, Xavi, Haritz y Álvaro retomaran una energía renovada para componer las nuevas canciones.
Todos juntos han seguido durante años interpretando canciones inolvidables, como «Jueves», que también forma parte de nuestra historia más reciente.
Tanto el grupo, como Amaia Montero, como Leire Martínez, han tenido que soportar la tiranía de muchos fans, creando una guerra en redes sociales, entre los que prefieren a una u otra. Para ser una leyenda en el pop, probablemente haya que pagar un precio. Pienso que el genio en un grupo es el grupo en sí, pero claro... Parece ser que en los Beatles, si eres Lennon no puedes ser McCartney; en Oasis, si eres Liam no puedes ser Noel; en Mecano si eres Nacho no puedes ser Jose...
Tanto Amaia como La Oreja han continuado muchos años con muchísimo éxito a un lado y otro del Atlántico. La vida de Amaia siempre ha sido un misterio, amada hasta la saciedad por muchos. Ese mismo público es el que ha ido asistiendo al sinfín de conciertos realizados por La Oreja, y en medio siempre el murmullo... Amaia reapareció, para sorpresa de todo el mundo, el pasado junio junto a Karol G en un Bernabéu lleno a rebosar. En «Mil rosas para ti» cantaba emocionada y coreada por los asistentes. Nunca antes nadie en nuestra historia musical nos había regalado un momento tan inesperado y lleno de emoción a la vez. Las redes sociales, radios, televisiones... se hicieron eco de este momento y todo el país vibró con ilusión. Por fin un momento en la música digno de escribir en el libro de la historia popular de todo un país.
Ojalá todo esto haya servido para que Amaia sepa lo bienvenida que será si decide volver con una nueva canción. El mundo la quiere. La Oreja ha realizado este verano decenas de conciertos en festivales multitudinarios. Leire tuvo que salir en televisión pidiendo respeto a su trabajo durante años. El grupo ha anunciado esta semana pasada que sus trayectorias y la de Leire Martínez se separaban. En ningún momento se ha anunciado el cese del grupo. En ningún momento se ha anunciado que es porque vuelve Amaia Montero...
Las canciones de La Oreja siempre han estado cargadas de esperanza. Seguro que el grupo sigue adelante, seguro que Amaia seguirá adelante y seguro que Leire seguirá adelante. Todos nos han regalado canciones que nos han hecho felices. Todos tienen derecho a tomar decisiones y tratar de seguir luchando buscando la felicidad. Todo y todos en la vida son etapas. Xavi, Haritz, Pablo, Leire, Amaia, Álvaro... son y seguirán siendo La Oreja de Van Gogh. Podrán irse o volver, pero sus canciones han quedado para siempre. Nosotros nos iremos, pero sus canciones quedarán.
«..Por eso esperaba con la carita empapada, que llegaras con rosas, con mil rosas para mí».
✕
Accede a tu cuenta para comentar