
Opinión
Nacho Cano y la ilusión
Podría vivir de dar consejos de cómo triunfar en la música, pero ha preferido trabajar de manera infatigable

Créanme, tener una ilusión en la vida es mucho más que recomendable. Mantener viva la ilusión es mantener viva la verdad de cada uno. Todo individuo ha de ser libre y respetado a la hora de admirar todo aquello que le haga mantener viva la ilusión. Esto significa, mantener viva la vida.
Digo todo esto porque, aunque no recuerde el momento en el que asumí lo que era (y sigue siendo) lo que alimenta la ilusión en mi vida (que no es otra cosa que la música), sí que recuerdo perfectamente al culpable de todo esto: Nacho Cano
Nacho dio perfectamente en mi corazón (igual que en el corazón de millones de personas) allá por 1981. Cuando escuché las primeras canciones de Mecano, aquello para mí fue algo que marcaría mi destino de una forma imposible de imaginar en aquel momento. Pienso que él, cuando compuso sus primeras canciones («Hoy no me puedo levantar» y «Perdido en mi habitación»), tampoco se imaginó que iba a ser la ilusión de tanta y tanta gente. Despertó la ilusión en una España que parecía aletargada (en cuestión de emociones). En cuanto a mi concierne, vuelvo a repetir que no sé en qué momento, pero decidí, de alguna forma, que algún día le tendría que conocer. Un autógrafo suyo, para mí, era algo más que un sueño. Mecano se convirtió en mi religión. Entonces, también la industria discográfica trabajaba en saber provocar emociones a través de un arista u otro. Coleccionar compulsivamente todo lo que veía acerca de ellos fue incluso obsesivo por mi parte, aunque debo decir que era realmente feliz.
Una de las cosas que más me llamaban la atención era la diferencia de opiniones que la gente (a la hora de opinar) tenía sobre Nacho Cano. Nacho siempre me encantó. Nacho siempre me pareció lo más moderno. Nacho hizo que el público de aquel momento no tuviéramos que mirar hacia otros artistas internacionales y saber que aquí en España también teníamos ídolos y genios musicales capaces de cambiar el pensamiento y el sentir de una, dos y tres generaciones. Su música y forma de ver la música hizo que pareciese que nada estaba inventado hasta que no llegó el.
Paralelamente a todo esto, también me fui dando cuenta de la envidia que se le procesaba. ¿Nos costaba entender su talento? Él, en sí, fue la propia movida. Incluso voy a decir algo para contentar a todos y no quitar valor a aquella movida en la que tantos y tantos brillaron, pero muchos de estos negaron su sitio a Nacho, cuando este fue de los más modernos e, indudablemente, el artista que más llegó al público con sus canciones. Su grupo Mecano elevó al pop español al mundo entero. La Marca España se expandió por todo el planeta. Debería haber en la industria discográfica española unos premios que llevaran su nombre.
Nacho siempre ha gozado del apoyo mayoritario del público. Ha sido (y es) un artista honesto consigo mismo, que es lo mínimo que pedimos a nuestros artistas. A pesar de su incalculable éxito con sus canciones, producciones, descubrimientos artísticos, etc., Nacho, que podría poner una boutique en la calle de al lado y dedicarse a dar consejos de cómo triunfar en la música, siempre ha seguido trabajando infatigablemente con ilusión. Y, a la vez, devolviéndonos a todos esa ilusión que, a veces, por los avatares de la vida, parece perderse. Reconocido está, pero el dicho «nunca es suficiente» en este caso es real.
El detalle que tuvo Nacho de interpretar una de su canciones más celebradas «Un año más» (el himno de la Nochevieja en nuestro país) pasará a la historia como el más bonito y honrado que un artista ha tenido jamás. Emocionar a millones de personas interpretando esta canción en una Puerta del Sol vacía hizo que las lágrimas de emoción e ilusión se apoderaran de todos, absolutamente todos los hogares españoles a través de los televisores y medios digitales… Punto y seguido.
El mundo no deja de girar y girar… y nadie estamos por encima del bien ni del mal. Nacho ha sido víctima de un injusto ataque por la gente que no sabe ni entiende de emoción, ni por supuesto tiene ilusión. El tiempo ha demostrado de nuevo que Nacho, lo único que ha hecho siempre, ha sido (perdonad que parezca tan reiterativo) trabajar con ilusión y por la ilusión. ¡Si! Hay gente que está enferma de envidia (la mediocridad de este país) y ha tratado de minarle. Supongo que este mismo país que tanto debe a Nacho Cano (porque le debe más de una) sabrá ahora rectificar y entender que, pese a quien pese, Nacho sí que está por encima del bien y del mal. Nacho ha dado tanto y tanto a la cultura… ¡pero tanto y tanto!, que, queridos míos, esto ya es mucho más que una ilusión. Es la realidad.
P:D. Malinche acaba de estrenarse en México con un éxito apabullante. En Madrid, en sus tres temporadas, ha vendido más de 600.000 tickets, próximamente habrá cuarta temporada, y quinta, y sexta… Y seguro que más emociones. Nacho es un héroe de nuestro tiempo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar