Sanidad
La "pandemia" emocional que ya afecta al 20% de los jóvenes madrileños
Dos de cada diez sufren soledad no deseada. El Ayuntamiento ha concluido un estudio para recabar posibles soluciones
Afecta en torno a un 13% de las personas mayores... y a un 20% de los jóvenes madrileños. Un dato muy sorprendente, teniendo en cuenta que se trata de un problema que, habitualmente, asociamos con la gente mayor que se ha quedado sola. Hablamos de la soledad no deseada, una situación que, recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado como un «problema de salud pública». Ese es el motivo que ha llevado al Ayuntamiento de Madrid, y más concretamente a su organismo autónomo Madrid Salud, a analizar la situación para intentar atajar esta nueva «pandemia».
Con la presencia de la vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, y el delegado del Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, el Consistorio ha presentado los primeros resultados de Thivic («think» y «civic», «pensar» y «ciudadano»), un proyecto piloto centrado en la soledad no deseada en la población juvenil. Con la colaboración de la Universidad Politécnica y la Dirección General de Participación Ciudadana, el programa se puso en marcha en el segundo trimestre de 2023. Durante tres meses, y a lo largo de ocho sesiones, se contó con la participación de 32 adultos y 11 jóvenes de entre 14 y 22 años. El objetivo era identificar aquellos perfiles que pueden ser más sensibles a este problema.
Como explicó Antonio Prieto, gerente de Madrid Salud, entre los sectores más vulnerables se encuentra la población inmigrante. Del mismo modo, se da más en distritos de la ciudad donde el perfil socio económico es menor, como Villaverde, Vallecas y Vicálvaro. «Es un problema importante en las grandes ciudades: no se producen las relaciones sociales necesarias para crear esos vínculos personales que existen en otras ciudades más pequeñas donde todo el mundo se conoce», explica Prieto, que lleva estudiando el problema en la capital desde hace siete años.
Además, este problema puede desencadenar en otros aún mayores. «Las personas que dicen que tienen soledad no deseada pueden tender hacia la depresión, la ansiedad, a tener ideas suicidas... Pierden hábitos saludables y pueden desarrollar problemas cardiovasculares».
Tanto José Fernández como Inma Sanz señalaron que la soledad no deseada se ha agudizado a raíz de la pandemia de coronavirus y al consecuente confinamiento, lo que provocó una ausencia de «interacciones físicas» que se ha prolongado más allá de la crisis sanitaria.
Las redes sociales y el aislamiento que provocan pueden ser un problema... pero también parte de la solución. De hecho, los jóvenes participantes en el estudio consideran necesario utilizar «formatos más innovadores», como Tik Tok, con un lenguaje cercano, a la hora de difundir los mensajes de prevención de la soledad no deseada. Entre otras ideas, también se ha planteado la creación de la figura de los «socorristas» que puedan ayudarles si sufren este problema, o una «caja de herramientas» para reconocer la situación y la gestión emocional.
Este estudio servirá de base para las políticas que el Ayuntamiento está desarrollando en este sentido. Así, Sanz recordó que Cibeles diseñó en 2020, a través de Madrid Salud, un proyecto estratégico sobre la materia, mientras que un año más tarde puso en marcha el primer plan conjunto, junto al Área de Políticas Sociales, contra la soledad no deseada.
José Fernández destacó que el Ayuntamiento «está enfocado en proporcionar espacios y recursos que fomenten la socialización y el ocio saludable, como los ocho centros juveniles municipales en los que en 2023 se reforzó el servicio de psicología y coaching». Porque «invertir en la juventud es construir un futuro sólido para la sociedad», concluyó.
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