La primera noche de restricciones de acceso en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas ha dejado en evidencia las dificultades para hacer cumplir las nuevas normas impuestas por AENA. Pese a que, según las nuevas normas de AENA solo pueden acceder a las terminales los pasajeros con billete, sus acompañantes y los trabajadores, personas sin hogar continúan pernoctando en la Terminal 4.

“Había vigilantes en la T-4, pero me di la vuelta y entré por otro lado”, relataba uno de ellos al programa Buenos Días Madrid de Telemadrid. Lejos de amedrentarse, aseguraba: “Vamos a seguir viniendo”.

El nuevo protocolo responde al cierre nocturno impulsado por AENA, que ha remitido un requerimiento al Ayuntamiento de Madrid para que asuma la atención de las personas sin hogar que hasta ahora encontraban cobijo en las instalaciones del aeropuerto. Sin embargo, las medidas no parecen disuadir a quienes no tienen otra alternativa para pasar la noche.

Según ha comprobado Telemadrid, la presencia de vigilantes y los controles incluso en los accesos del metro no han impedido que varias personas burlaran la vigilancia y accedieran nuevamente a la terminal.