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Valdivieso: una década de sabores y el arte que brilla en Madrid

Luce orgulloso un Solete Repsol como reconocimiento a su personal y feliz espacio

Valdivieso: Una década de sabores y el arte que brilla en Madrid
Valdivieso: Una década de sabores y el arte que brilla en Madridcedida

En el animado barrio de Embajadores, donde el bullicio madrileño se entremezcla con un aire bohemio y moderno, se encuentra un rincón con alma propia. Hace una década, Carlos Valdivieso decidió abrir las puertas de su mundo tabernero con un local modesto pero acogedor, que rebosa de alegría y magia. Hoy, diez años después, esa esencia no solo permanece intacta, sino que ha madurado y evolucionado como los buenos vinos. Por eso, luce orgulloso un Solete Repsol como reconocimiento a su personal y feliz espacio.

En Valdivieso Cocina con Alma, cada detalle cuenta: todo tiene historia, personalidad y, sobre todo, tiene ese no sé qué tan gozoso que te impide marcharte sin más. Nada más cruzar la puerta, te reciben con una sonrisa, que, combinada con los embaucadores aromas que emanan de los fogones, hace imposible no dejarse atrapar. Este restaurante, lleno de encanto, comenzó su andadura en 2014 (en el barrio de Embajadores) en un recoleto local. Gracias a su éxito y la acogida desmedida del público, se vieron trasladando su esencia a un espacio más amplio en la misma zona.

Con un concepto original y un alma de taberna, Carlos Valdivieso, un perfecto anfitrión, disfruta sorprendiendo a los comensales con exquisitos bocados que no solo cocina con las manos, sino también con ese gran corazón que todo lo ocupa. Su propuesta sabe a sur, a infancia, y a largas noches de risas alrededor de una mesa. En esta aventura le acompaña su gran aliado, el joven cocinero marroquí Amine Fadily, quien aporta un toque exótico desde los fogones, sometiendo el sentido de y apoderándose de sus entregados paladares. Juntos forman un dúo imparable que fusiona tradición y modernidad, mezclando raíces andaluzas con matices exóticos para crear sabores que emocionan en cada bocado.

Es el caso del tomate de Graná relleno, auténtico protagonista de este cuento oriental. Servido con una sedosa crema de albahaca y un crujiente cracker de ajo. Otro plato icónico es la burrata trufada, que sin duda, tiene su propio club de fans. Cada detalle importa en Valdivieso. Si el tomate es la estrella, el atún Balfegó es el el nuevo galán que todos quieren en su película. Como decida tomarlo, en tataki o tartar, porque cualquiera de las dos presentaciones podría participar en la mejor mesa de Madrid.

La carta es breve, concisa y sin rodeos. Cada plato tiene un propósito claro y está diseñado para que los sabores sean los auténticos protagonistas. Desde los entrantes hasta los postres, todo rinde homenaje a la infancia andaluza de Carlos. Entre los postres, destaca el coulant de chocolate y sal, una combinación perfecta entre lo dulce y lo salado que no solo cierra la comida, sino que la eleva. En la parte líquida, cuenta con una cuidada carta de vinos que acompaña a la perfección este festival de sabores y matices.

El pasado 20 de enero, hace apenas unos días, Valdivieso Cocina con Alma celebró su décimo aniversario con el firme compromiso de seguir brillando con su genuina magia con nombre propio, sabores y momentos inolvidables. Porque Valdivieso no es solo un restaurante: es un lugar donde se celebra la vida, cucharada a cucharada. ¡Feliz década, Carlos!