Exposición

A la vista el tesoro fotográfico de Helga de Alvear

Un repaso, de la mano de reconocidos fotógrafos, a un siglo de la historia de Europa a través de su arquitectura

Exposición en Serrería Belga
Exposición en Serrería BelgaPlatón

Un lugar que gana puntos para convertirse en referente de distintas disciplinas artísticas. Como ahora con la imagen fotográfica. El Espacio Cultural Serrería Belga acoge "Después de todo. Fotografía en la Colección Helga de Alvear", una exposición en el marco de PHotoESPAÑA 2025, que traza la historia visual de la transformación europea a través de su arquitectura recorriendo un siglo de rupturas y renacimientos en el que la fotografía documenta los ecos de la guerra, la industria y la memoria.

Esta exposición muestra la herida abierta que dejó la I Guerra Mundial, la crisis industrial que vivió Alemania Occidental desde 1950 y que azotaría a Europa y Estados Unidos y la reconfiguración del orden político mundial tras la caída del muro de Berlín y que habría de marcar el inicio de la sociedad contemporánea con todas sus contradicciones y conflictos.

De cada uno de estos tres tiempos históricos poseemos una imagen, construida por la fotografía y que está representada en los fondos de la Colección Helga de Alvear. El inicio lo marcan los autores de la Nueva objetividad de los años 20 y 30, precedidos por Eugène Atget, quienes prescindieron de cualquier atisbo de optimismo y abandonaron todo rastro de subjetivismo y pictorialismo para representar el período de entreguerras con precisión técnica y exactitud formal, al tiempo que abrían el debate sobre la veracidad de la fotografía.

La siguiente parada se inicia en 1959, año en que Bernd y Hilla Becher comenzaron el titánico inventario de edificios y estructuras industriales marcados con la inminencia de su propia muerte; constituyendo la huella de un tiempo histórico desde el mismo instante en que son atrapados por el objetivo. Un archivo melancólico de tipologías, series y sistemas –que habían de favorecer su entrada en el mundo del arte de la mano de conceptuales y minimalistas–, conformados con un método preciso e imperturbable en el tiempo. Documentos de una crisis industrial y económica, pero sobre todo social, a pesar de o a causa de la deshumanización de que es objeto el registro de estas “esculturas anónimas”.

Las imágenes de Höfer, Struth, Gursky, Hütte y Ruff cierran con la representación de un tiempo que se destruye y renace incesantemente a través de su arquitectura. Un ritmo tan rápido y nuevo que no deja lugar a la ruina, únicamente a su imagen transitoria conservada en el objetivo de Thiel. Ruina enfrentada a su reverso, la construcción de una nueva identidad y un nuevo tiempo histórico, tan complejos como la acumulación de detalles que las imágenes recogen.

En esta selección quedan a un lado retratos y paisajes, para centrar la exposición en el espacio urbano, sus edificios y sus interiores, aprovechando el contexto que la Serrería Belga nos proporciona. Un espacio que es, en sí mismo, un ejemplo magnífico de espacio industrial que acumula estratos de historia y sobrevive a partir de su reconversión como espacio cultural.