¿Nueva trampa para saltarse el confinamiento? hacerse voluntario en una protectora

El estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus ha dejado en una situación muy difícil a los perros abandonados que están recogidos en protectoras o en albergues dependientes de los ayuntamientos. Aunque debido a las restricciones a la movilidad en la mayoría de los sitios se ha limitado el voluntariado, en algunos refugios están detectando más peticiones de gente de lo normal para colaborar como voluntarios e ir a los centros a sacar a los perros de los cheniles (jaulas), darles de comer o asearlos, pero las asociaciones no aumentan el número de colaboradores.

En la protectora La Camada, asociación encargada de la recogida de los animales abandonados en Guadalajara, donde no hay perrera munucipal, su trabajo es un servicio esencial según el decreto gubernamental que marca las directrices durante el estado de alarma. “El nuestro es un servicio esencial, es muy importante seguir atendiendo a los animales del albergue y también las recogidas de perros y gatos abandonados que puedan surgir”, matizan.

Por ser un centro conveniado con el Ayuntamiento cuenta con trabajadores, por lo que los voluntarios hacen un servicio complementario imprescindible, ya que el albergue está siempre al máximo de su capacidad. “Ahora también se ha limitado el voluntariado, una ayuda muy importante para los trabajadores. Hay mucha gente que se ofrece para ayudar y se agradece, aunque en este momento no se están haciendo nuevos voluntarios”, matiza Ángeles Heras, representante de La Camada.

En general esta es la tónica del millar de organizaciones en defensa de los animales censadas que existen en nuestro país, aunque la cifra puede ser mucho mayor al existir numerosos grupos de ayuda a los animales que no cuentan con refugio. Para ser voluntario en una de estas asociaciones se necesita sobre todo mucha sensibilidad hacia los animales y fortaleza ante el alto número de casos de maltrato a los que se tienen que enfrentar. Aunque por el momento no hay formación específica paras ellos, algunas protectoras suelen hacer cursos o sesiones de formación antes de integrarlos en sus labores.

Desde que estamos confinados, el número de voluntarios en estas organizaciones ha bajado, aunque no las peticiones para serlo.

El principal problema a las que ahora se enfrentan las organizaciones que en España recogen al año alrededor de 300.000 animales abandonados, según cifras de la Fundación Affinity, es el económico. “Económicamente se han reducido mucho los ingresos al no contar con los que provienen de eventos y mercadillos, y los gastos de alimentación y veterinarios siguen teniendo que cubrirse”, matizan desde La Camada.

Para ello han han realizado “campañas para donación de pienso y recaudación de fondos.; muchas personas han respondido positivamente, haciendo ingresos en cuenta y comprando pienso online para ayudar”, añaden.

"Operación kilo” de Lenda

Por su parte, la marca gallega de alimentación para perros y gatos Lenda donará un porcentaje de las ventas gestionadas durante esta semana para apoyar, con el suministro de alimentación, la labor que están desarrollando las protectoras de animales españolas en la crisis sanitaria generada por el Covid-19.

El objetivo de esta acción solidaria, denominada “Operación kilo”, es contribuir a que las protectoras de animales puedan seguir manteniendo su actividad y paliar el impacto directo que la pandemia está teniendo sobre estas organizaciones, que, en las últimas semanas, han experimentado un aumento tanto del número de mascotas recogidas por abandono, como de las peticiones de acogida temporal derivadas de la enfermedad o el ingreso hospitalario de sus dueños.

Concretamente, Lenda se compromete a donar por cada saco grande vendido (15, 12 y 10 kilos) 1 kilo de alimentación, 0,75 kilos, por cada saco mediano (7,5 y 7 kilos) y 0,25 kilos, en el caso de los sacos de tamaño pequeño (3 y 2 kilos).