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Medio Ambiente
Insectos 2030: comeremos gusanos
La super-inteligencia globalista lleva años dándole vueltas a qué hacer para promover lo que llaman hábitos de consumo sostenibles, entendiendo por tales, entre otros, el destierro de la carne roja y su sustitución en la dieta por insectos, bacterias encapsuladas y filetes sintéticos en impresoras 3D. De manera que sí, comeremos menos solomillo y más gusanos, o al menos es lo que pretenden. Y ya saben que cuando a éstos se les pone una cosa en la cabeza, generalmente lo consiguen. Tienen todo el poder mediático, tecnológico y financiero a su disposición, de manera que llegará el día en que sin darte cuenta estarás ingiriendo larvas sin parar. Malo no debe ser, ciertamente, pues las cocinan en África y América desde siempre. Los habituados a ellas resaltan sus ventajas proteicas presuntamente saludables. He masticado gusanos y hormigas en México. Los gusanos parecían chicle y las hormigas, explotaban. Con una buena salsa picante se toman a placer, aunque siempre te queda la cosa de pensar en lo que estas comiendo.
No estamos en Occidente preparados para ingerir tales bichejos, aunque todo llegará. La UE autorizó el pasado año el consumo de insectos como alimento. En concreto, el gusano de la harina y la larva del escarabajo oscuro, como snack o ingredientes para otros platos. Las bacterias encapsuladas también las incorporarán al pan y a los lácteos, algo más aceptable, tratándose de probióticos. Y los filetes, sintéticos y producidos por impresoras 3D. Qué ganas de comer.
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