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Medio Ambiente

Circundediste

Ramón Tamames
Ramón Tamames Cristina BejaranoLa Razón

No llevo la cuenta exacta, pero hace pocas semanas se cumplieron los 500 años de la primera vuelta al mundo, de este planeta de océanos y mares, que sólo con una iniciativa española pudo realizarse, con tan pocos medios, hace cinco siglos.

Ya se sabe, fue la gran aventura de un Carlos I de España, recién llegado a hacerse cargo de las Coronas de Castilla y Aragón, como primer rey de una unión de antiguos territorios, que en la Reconquista Reconquista fueron avanzando hacia el sur hasta 1492. Culminando entonces la conquista del reino nazarí, cuando Boabdil el Chico entregó las llaves de Granada, incluida la Alhambra, a Isabel la Católica. La gran gesta de la vuelta al mundo es por entero de Juan Sebastián Elcano. Y no lo digo para intentar tan tardío como inútilmente ocultar las glorias de Magallanes. Éste quiso encontrar el paso a través del continente recién descubierto, las Américas, a un nuevo océano, que al final se llamaría Pacífico. Pero su deseo de llegar, por el hemisferio español del Tratado de Tordesillas (1494), a las islas de la Especiería, concretamente las Molucas, se frustró por la muerte del propio Magallanes, que encontró la muerte en una pequeña ínsula de las actuales Filipinas, Mactán.

Abreviando la narración, Elcano decidió, tras tomar posesión de las Molucas, volver a España no por el propio derrotero de la ida, sino por un completamente nuevo, al sur de las navegaciones portuguesas de Asia meridional, lejos de los servidores del rey de L is boa, que buscó siempre el fracaso de la expedición española. Con mezcla de heroísmo y de cabeza fría, Elcano navegó por los cuarenta rugientes, los paralelos del sur del océano Índico, para bordear el cabo de Buena Esperanza, entrar en el Atlántico, y con una escala peligrosa en Cabo Verde, volver a España. Se había cubierto el contorno de la Tierra, con más de 40.000 km de periplo por tierras y mares ignotos, gracias al coraje y el sentido de la aventura de unos españoles que asombraron al mundo.