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Así es la Isla, un templo oculto en la sierra de Madrid para el arte «eco»

ISLA es un espacio de investigación y experimentación único, que une sostenibilidad y creación artística

ISLA Arte Eco en la Sierra de Madrid
"Aflorar las piedras" de Juan ZamoraLR

Nos subimos a un autobús en la ciudad. Al bajar, nos recibe una coral de robles, encinas y rebollos. Estamos en un punto oculto por la vegetación típica de la Sierra Oeste de Madrid, a unos 5 kilómetros de Robledo de Chavela, un pueblo tranquilo de no más de 4.500 habitantes, pero con mucha vida. Y es que este municipio guarda un par de secretos.

Por un lado, alberga una Estación de telecomunicaciones de la NASA dedicada al estudio del Espacio Profundo (solo hay tres en todo el planeta), que fue decisiva en la recepción de las primeras imágenes de Marte y de las señales en la misión Apolo a la Luna en 1969. Por otro, Robledo de Chavela ahora también será el hogar un espacio de investigación y experimentación para el cruce entre arte y ecología único en el mundo.

El proyecto mezclará el concepto de «think-tank» con el de la Residencia de Estudiantes que dio a luz a la Generación del 27. Se llama ISLA, acrónimo de Ideario de Sostenibilidad y Laboratorio de Arte, y busca fortalecer aun más la relación entre la naturaleza y la capacidad creativa del ser humano, como un medio para concienciar, ahondar o hasta afrontar la crisis climática y de biodiversidad.

«Yo siempre he tenido como ideal montar una especie de Bauhaus, un espacio y un proyecto para el desarrollo, el conocimiento, la creación y la sostenibilidad», explica la galerista Lucía Mendoza. La idea comenzó a germinar en su cabeza hace «ni se sabe», pero fue hace un par de años cuando unió fuerzas con Blanca de la Torre, directora artística del proyecto. Tras mucha búsqueda, encontraron este emplazamiento ideal. El anterior propietario era un ganadero de la zona cuyas vacas todavía pastan en los alrededores.

Lo que alberga la isla

El día de la inauguración, 30 de septiembre, los frescos prados protegen a los asistentes del inicio de otoño más caluroso de la historia en España. Allí, en ISLA, un primer grupo de artistas han instalado sus obras, en un espacio protegido de más de 11 hectáreas. Se trata de una suerte de exposición de bienvenida llamada «El Comienzo». Por que ISLA no es una galería donde adquirir bonitas piezas. Aquí los tiempos del arte no funcionan, ni tampoco su mercado.

«Las intervenciones de ISLA hablan de buscar nuevos modos de reconectar con la naturaleza y el territorio, de reflexionar sobre el tejido que sostiene la vida, desplazando la mirada antropocéntrica en busca de fórmulas nuevas de cohabitar el planeta», explica de la Torre. «Durmiente», del reconocido Agustín Ibarrola, es la primera obra en recibir a artistas, periodistas y vecinos.

Formada por traviesas de ferrocarril coloreadas, la intervención recuerda a sus célebres bosques pintados. Le acompañan los «Hongos» de mimbre de Lucía Loren, dispuestos en una explanada como si fueran recolectores de agua. Las mariposas de Toshiro Yamaguchi bañan el terreno para hablar de los ciclos de interdependencia. Los bebederos de Juan Zamora están creados a partir de cáscaras de sandía; la estación científica de Bárbara Fluxá retransmite a una web en vivo el «sentir» de una encina mediante una cámara termográfica y sensores; y la alfombra de semillas de Luna Bengoechea Peña, dibuja la imagen de un águila imperial, especie autóctona protegida.

Muchas de las obras quedarán borradas por la naturaleza; los pájaros se comerán las semillas, la erosión hará su trabajo y todo volverá a la tierra. «En ISLA, ningún artista trabaja con materiales agresivos para el medio ambiente. Aquí escuchamos al territorio y cuidamos del entorno», agrega Mendoza. No habrá calendarios repletos de actos. Por contra, se diseñará una programación heterogénea, con especial presencia de proyectos «site-specific».

En ella convivirán artistas visuales con profesionales de las ciencias naturales, la agricultura, la música, la arquitectura, la danza o la literatura. En la zona de las ruinas se construirá una residencia de artistas y una sala polivalente para conferencias. En la actualidad, el proyecto cuenta con financiación privada al 100% y está abierto a recibir apoyos tanto públicos como privados para financiar sus proyectos y actividades.

Además de tejer alianzas y redes con el propio territorio local, ISLA también busca conectar con otras iniciativas localizadas en diferentes partes del planeta que también trabajan de forma ejemplar con arte y sostenibilidad. La finalidad es crear una red internacional de colaboración entre proyectos similares. «Ha venido una representante de un proyecto similar en Chile y otra de Costa Rica. También hay cosas parecidas en España. Nuestro objetivo es crear un archipiélago de ISLAS», explica de la Torre. También han iniciado contactos con la NASA y con una entidad universitaria.