Consejos para soportar el calor sin aire acondicionado

¿Es posible estar en casa sin aire acondicionado? Esta pregunta la ha querido contestar Green Building Council España (GBCe), organismo que acaba de sacar una pequeña guía con consejos para sobrevivir al verano y a las olas de calor sin subir la factura eléctrica. Y es que, según recuerda la entidad solo el 36% de las viviendas en España están equipadas con estos aparatos. Unos niveles que, además, coinciden con deficiencias en el aislamiento y con los precios de la energía; todo un cóctel que impide al 17,1% de los hogares mantener la adecuada temperatura. «Lo primero es entender el clima de la zona, si es seco o húmedo y, antes de nada, protegerse del sol con persianas o toldos. Después hay que aumentar la velocidad del aire que circula en el interior. Para esto se puede abrir las ventanas pero solo cuando el aire exterior sea más fresco que el interior», explica Paula Rivas, directora técnica del GBCe.

Los últimos años hemos visto aumentar la temperatura cada vez más. De hecho, un estudio publicado en la revista Energy and Buildings hace unos años prevé que para 2050 al menos el 70% de la población de varios países necesitará aire acondicionado. «Será cada vez más habitual que los hogares necesiten algún tipo de aparato; en algunas provincias ya son normales temperaturas de hasta 45º. En términos de consumo es mejor apostar por ventiladores y si se puede, humedecer el ambiente en climas secos. Para eso se pueden colocar fuentes, plantas, tender dentro; son soluciones tradicionales que pueden reducir las temperaturas hasta diez grados. En climas húmedos, se trataría de lo contrario, de controlar la humedad con algún tipo de aparato», detalla Rivas.

El catálogo de soluciones para combatir el calor pasa también por cambiar la alimentación personal, por adaptar las horas a las que hacemos deporte, por hidratarse o utilizar los espacios más fresquitos de la casa. Por su parte, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) trabaja en una tecnología capaz de enfriar el aire de forma pasiva. Su prototipo, dicen, reduce hasta 9º la temperatura sin gastar luz combinando tres métodos: refrigeración radiante, evaporación y aislamiento técnico. Se compone de tres capas de materiales. La primera y superior posee un aerogel, un material compuesto sobretodo de aire encerrado en las cavidades de una estructura de polietileno, semiaislante y permeable al vapor de agua y a la radiación infrarroja. La evaporación del agua, que asciende desde la capa inferior, proporciona parte del poder refrigerante. En medio hay un hidrogel (un material esponjoso relleno de agua) que se calienta, evapora el agua yen fría el dispositivo. La capa inferior está compuesta por un material reflectante de los rayos solares.