Cooperación verde

De las pocas muestras de sentido común que se han dado en los últimos tiempos en términos de cooperación política en España, cabe registrar dos casos de indudable interés. El primero, aclarar la situación de determinadas fincas en el entorno del Parque Nacional de Doñana, un tema sobre el cual ha habido acuerdo entre la ministra de Medio Ambiente y Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Bonilla. Se zanja así una discusión que malamente podría haber llegado muy lejos. Por el contrario, parece que vamos a empezar resolviendo problemas de pozos ilegales y nuevos regadíos; abusivos en el entorno del mejor pedazo de España para aves migratorias y otras cuestiones importantes de nuestro medio ambiente.

El caso del Mar Menor también hay que festejarlo, que es patético, para resolver el deterioro progresivo con características ya casi de irreversible. En ese sentido, es de esperar que el acuerdo entre el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, y la misma ministra ya mencionada, puede ser decisivo para frenar una situación próxima a la catástrofe ambiental.

Hay otros temas pendientes, como son las Tablas de Daimiel, semiabandonadas, ya con muy poco humedal por la pertinaz sequía en esa zona de La Mancha. Como también hay una lista casi inacabable de situaciones a resolver de inmediato, si no queremos pagar en el futuro el retraso en llegar a otros acuerdos como los citados.

Sería bueno aprovechar esa especie de calma ambiental que se está produciendo entre parte del Gobierno y de la oposición para mejorar nuestra situación en diversidad de aspectos. Y en ese sentido, hay que referirse a las muchas obras hidráulicas no aprovechadas, que están pendientes de su situación definitiva de aprovechamiento para todos. Alguna vez teníamos que llegar a una bonancible situación así, aunque parezca increíble.