Energía solar
Innovación energética: energía solar y CO2 para combustibles ecológicos
Investigadores de la Universidad de Cambridge lideran un proyecto pionero de captura de CO2 y conversión de residuos en productos valiosos
En un emocionante avance científico, un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) está dando pasos audaces hacia un futuro más limpio y sostenible. Su último logro es un reactor alimentado por energía solar que tiene el poder de transformar el dióxido de carbono (CO2) capturado de procesos industriales e incluso del aire en combustibles limpios y otros productos químicos valiosos. Este innovador enfoque no solo ofrece una forma de combatir las emisiones de carbono, sino que también abre la puerta a una economía circular, eliminando gradualmente la dependencia de los combustibles fósiles.
La investigación, liderada por el profesor Erwin Reisner y su equipo del Departamento de Química Yusuf Hamied, se basa en años de desarrollo de combustibles sostenibles inspirados en la fotosíntesis utilizando lo que ellos llaman "hojas artificiales". Estas hojas artificiales convierten el CO2 y el agua en combustibles mediante la energía del sol. Hasta ahora, sus experimentos se habían realizado con CO2 puro y concentrado de cilindros, pero el desafío real reside en capturar CO2 directamente de procesos industriales o incluso del aire ambiente, que contiene una variedad de moléculas.
"No solo nos interesa la descarbonización, sino la desfosilización: tenemos que eliminar por completo los combustibles fósiles para crear una economía verdaderamente circular", enfatiza el profesor Reisner. A corto plazo, esta tecnología promete reducir las emisiones de carbono capturándolas de la industria, pero su visión a largo plazo es aún más ambiciosa: capturar CO2 del aire para una verdadera transformación.
La inspiración para este proyecto proviene de la captura y almacenamiento de carbono (CAC), una técnica ampliamente utilizada en la industria de los combustibles fósiles para reducir las emisiones de carbono al enterrar CO2 bajo tierra. Sin embargo, el profesor Reisner plantea una perspectiva más prometedora: "Si en lugar de captura y almacenamiento de carbono, tuviéramos captura y utilización de carbono, podríamos hacer algo útil con el CO2 en lugar de enterrarlo bajo tierra, con consecuencias desconocidas a largo plazo, y eliminar el uso de combustibles fósiles".
El proceso detrás de esta innovadora tecnología es impresionantemente eficiente. El equipo adaptó su sistema solar para funcionar con gases de combustión o directamente con el aire. El CO2 se captura selectivamente al hacer burbujear el aire a través de una solución alcalina, mientras que otros gases como el nitrógeno y el oxígeno se liberan inofensivamente. Este proceso de concentración facilita la conversión del CO2 en gas de síntesis, un componente clave de los combustibles líquidos sostenibles.
Además, los plásticos no se quedan atrás en esta iniciativa eco-amigable. En el mismo sistema, los plásticos son transformados en ácido glicólico, un compuesto ampliamente utilizado en la industria cosmética, utilizando únicamente la energía solar. El doctor Sayan Kar, coautor del estudio, lo resume de manera elocuente: "Este sistema alimentado por energía solar toma dos productos de desecho nocivos -el plástico y las emisiones de carbono- y los convierte en algo verdaderamente útil".
Los científicos continúan trabajando en un dispositivo de demostración de sobremesa con mayor eficacia y viabilidad, destacando las ventajas de combinar la captura directa de CO2 del aire con su posterior utilización como un paso fundamental hacia un futuro sin emisiones de carbono. Este proyecto de la Universidad de Cambridge es un testimonio de cómo la ciencia y la tecnología pueden ser aliadas poderosas en la lucha contra el cambio climático y la creación de una economía más sostenible.
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