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Transición energética

Madrid y La Habana, unidas por el carburante sostenible de Air Europa

La iniciativa, que se anticipa a los planes de la UE para el sector, permitirá evitar la emisión de 50 toneladas de CO2

Avión de Air Europa que vuela con biocombustibles Cepsa
Esta ruta es operada por la flota Boeing 787 Dreamliner, que reduce el impacto acústico y consume un 20% menos de carburanteLa Razón

Este puente del Pilar los aeropuertos españoles vivieron una actividad frenética, con miles de viajeros aprovechando los días de descanso para desplazarse a otros lugares. No cabe duda de que en el futuro el ser humano seguirá volando. Valga un ejemplo reciente: en julio de 2023 se registró el mayor número de vuelos de la historia en España, con una media de casi 7.200 aviones diarios que despegaron o aterrizaron en nuestro país. Y la demanda sigue creciendo. El reto ahora está en la descarbonización del sector.

El futuro del transporte aéreo pasa por las siglas SAF (Sustainable A vi a ti on Fuels) o, lo que es lo mismo,los combustibles renovables de aviación. Esta semana la UE ha aprobado la normativa «Refuel EU Aviation», que establece un incremento mínimo del 2% en el uso de estos combustibles a partir de 2025. Los primeros pasos ya se están dando. En España, Air Europa y la compañía petrolera Cepsa se han anticipado a este escenario, poniendo en marcha el primer suministro regular de este carburante para una conexión aérea específica.

El proyecto pionero permitirá que, durante todo un año, el primer vuelo mensual de la aerolínea con destino a La Habana cuente en sus depósitos con un 2% de SAF. La iniciativa supone la primera vez que, en España, dos compañías establecen un suministro regular de estas características, superando de esta forma proyectos puntuales para consolidar una línea de desarrollo que, en unos años, deberán seguir todas las empresas del sector.

La tecnología SAF representa la oportunidad más inmediata para contribuir a la descarbonización del sector. Estos combustibles fabricados con residuos de origen orgánico emiten hasta un 90% menos de CO2 que el queroseno, pero manteniendo propiedades similares. Además, son un claro ejemplo de economía circular, pues ya se está produciendo a partir de materias primas como aceite de cocina usado o restos agroganaderos.

En este caso, Air Europa contará con biocombustible de segunda generación, que representa la tecnología más avanzada en este terreno. Su uso en la conexión con la capital cubana a lo largo de los próximos meses contribuirá a evitar la emisión de casi 50 toneladas de CO2. Pero los vuelos cuentan con otro elemento clave para la sostenibilidad de la conexión a ambos lados del Atlántico: los Boeing 787 Dreamliner.

Este modelo, que constituye la espina dorsal de la flota de Air Europa para los trayectos de largo radio, destaca por ser el más avanzado en su categoría. Junto a una reducción notable del impacto acústico, es capaz de consumir un 20% menos de carburante que otros modelos similares, lo que lo convierte en un referente en eficiencia energética.

Acelerar la descarbonización

El acuerdo alcanzado entre la aerolínea y Cepsa es especialmente importante por varios motivos. El primero de ellos, como hemos visto, es que se adelanta a la normativa comunitaria. En el caso de los vuelos a La Habana, Air Europa se anticipa a «Refuel EU» antes incluso de tener obligación de hacerlo, en su compromiso por implementar acciones que contribuyan a mejorar la sostenibilidad. De hecho, la compañía ha dado a conocer el proyecto «Vuelo 2030», en el que se recogen cerca de 50 iniciativas ya en marcha, incluida ésta, para contribuir a una sostenibilidad a todos los niveles, tanto en la operativa aérea como en tierra.

Otro aspecto clave de la colaboración es la disponibilidad que proporciona Cepsa de un producto con una alta demanda a nivel mundial y que requiere capacidad de producción y contar con compañías que puedan servir el producto en los principales aeropuertos. En el caso de Cepsa, esta compañía ya ha iniciado la comercialización de SAF en Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca y Sevilla, convirtiéndose en la primera que ofrece biocombustible de segunda generación para la aviación directamente en cuatro de los principales aeropuertos españoles. El SAF que se empleará en los vuelos a La Habana se produce en el Parque Energético La Rábida, en la localidad onubense de Palos de la Frontera.

Continuidad a largo plazo

Pasos como el dado en esta ocasión cimentan uno de los ejes verticales del Plan Estratégico 2023-2025 de Air Europa. «Este acuerdo da cumplimiento a los compromisos asumidos en materia de sostenibilidad», afirma Jesús Nuño de la Rosa, CEO de la aerolínea. «Asimismo – continúa– al emplearse este combustible en la ruta a La Habana, la compañía visibiliza su papel estratégico en la conectividad con América».

El empleo de biocombustibles es sólo uno de los ámbitos en los que Air Europa está trabajando para lograr una operativa más sostenible. Además de la modernización de su flota, que en 2024 incorporará los primeros Boeing 737 MAX, la aerolínea está aplicando sistemas para hacer más eficiente el cálculo de rutas o la disposición de carga en las bodegas de los aviones. Asimismo, está impulsando la digitalización de todo el ciclo de cliente, el uso de vehículos más eficientes en tierra y políticas que contribuyan a una sostenibilidad real que sea, además, rentable y productiva.

El compromiso de Air Europa en la contribución para el desarrollo de un sector aéreo más justo y responsable pasa por toda esta serie de iniciativas gracias a las cuales, progresivamente, transitará el resto de la industria. Todo ello ha llevado a que este aspecto sea uno de los pilares fundamentales del Plan Estratégico, que traza las líneas maestras que permitirán consolidar la posición de Air Europa entre 2023 y 2025.