La escasez de microchips para los coches durará hasta 2022

La industria del motor atraviesa una de las etapas con más incertidumbre de su historia. La transición al coche eléctrico va «con vuelta perdida» en España por la falta de infraestructura y una política clara desde el principio, y ahora, las fabricantes en nuestro país se enfrentan a las consecuencias del giro que la producción internacional de microchips dio al principio de la pandemia para cubrir necesidades de otra clase de equipos más demandados en los primeros meses de confinamiento ante el cierre de las factorías en aquel momento y el parón que vivió el sector. Y el ajuste no se espera hasta bien entrado 2022. Es decir, no llegan todas las piezas necesarias para fabricar coches. Ayer, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) publicó los datos de producción del primer semestre en España y desprende cifras preocupantes. Las plantas españolas fabricaron 1,20 millones de vehículos entre enero y junio, lo que supone un 26,1% más que en el mismo periodo de 2020... pero un 21,6% menos que las cifras registradas entre enero y junio de 2019.

Sólo el mes pasado se produjeron en España 172.696 vehículos, un 18,1% menos que en junio del ejercicio precedente y un 33,8% menos respecto al mismo mes de 2019. La causa de este descenso apunta a una sola dirección. Anfac indicó que la escasez de microchips es la principal razón de la caída, que se prolonga ya desde finales de 2020, y que está golpeando tanto a la industria española como europea, obligando a retrasar la fabricación y a efectuar medidas especiales como la suspensión temporal de las líneas de producción. Sin embargo, las previsiones indican que el ritmo de fabricación de estos componentes no se ajustará a la demanda del sector de automoción hasta el primer semestre de 2022. De igual modo, aunque los principales mercados en Europa están logrando mejorar sus ritmos de ventas, todavía se sitúan por debajo de las registradas en 2019, lo que provoca que la demanda del vehículo «made in Spain» baje. «A pesar de este contexto, ya uno de cada diez vehículos que fabricamos es un modelo eléctrico o híbrido enchufable. Estamos demostrando que somos una industria competitiva y estamos inmersos en un importante proceso de transformación hacia la industria 4.0, donde debemos ser capaces de adaptarnos y responder a las necesidades industriales de la nueva movilidad», subrayó el director general de Anfac, José López-Tafall. En concreto, se ensamblaron en España 964.128 turismos y todoterrenos hasta junio, un 27,4% más que en el primer semestre de 2020 y un 21,4% menos que en 2019. Solo el mes pasado se construyeron 146.311 coches, un 11,1% menos que en junio del año pasado y un 30,2% menos que en el mismo mes de 2019.

En cuanto a la exportación, en lo que va de año se han enviado al exterior 1,03 millones de vehículos construidos en España, un 16,1% menos que en 2019. Solo en junio las exportaciones bajaron un 27,7%, respecto a 2019, con 151.366 unidades. «Es fundamental que sigamos trabajando para aprovechar los recursos procedentes del PERTE y de los fondos asignados al sector para mitigar esta situación coyuntural y seguir avanzando en la recuperación del mercado y de la producción», subrayó López-Tafall.