Seguridad Vial
Haz esto con los cinturones de seguridad de tu coche si no quieres que fallen durante el viaje
Asegurarse de esto antes de iniciar el trayecto puede evitar un grave peligro durante un accidente a alta velocidad
Muchas personas aprovechan las vacaciones de verano para viajar, visitar a familiares, disfrutar de la naturaleza y explorar nuevos destinos. Antes de iniciar el trayecto, es necesario tomar algunas precauciones para viajar con seguridad. Algunas de estas precauciones son bien conocidas, como revisar la presión de los neumáticos, asegurarse de que los faros y los intermitentes funcionen correctamente, y tener suficiente combustible para el viaje. Sin embargo, hay una precaución adicional que a menudo se pasa por alto y que tiene que ver con el cinturón de seguridad.
Haz esto con los cinturones de seguridad antes de arrancar
El cinturón de seguridad es el sistema de seguridad pasiva más efectivo jamás creado. Reduce en un 50% el riesgo de muerte y en un 75% las posibilidades de sufrir lesiones graves. Se usaron por primera vez en aviones en los años 30 del siglo pasado, pero hoy en día, más de 90 años después, su uso en coches está completamente normalizado. De hecho, es obligatorio en la mayoría de los países, en todas las vías y trayectos, y para todos los pasajeros del vehículo.
La idea del cinturón de seguridad está tan instalada en nuestra psique que muchas personas se sienten tremendamente incómodas si el motor del coche está encendido y no llevan puesto el cinturón. Se sienten "desnudos" ante la posibilidad de un accidente. Lo que pocos conductores conocen es que, para viajar con seguridad, no solo es importante asegurarse de que todos los pasajeros lo lleven puesto, sino también considerar abrochar los cinturones de los asientos traseros, incluso si no hay nadie sentado en ellos.
Esto se recomienda por dos razones principales: primero, porque cualquier objeto que no esté correctamente sujeto puede alcanzar hasta 50 veces su masa en caso de una colisión o frenazo a 50 kilómetros por hora. Es lo que se conoce como “efecto elefante”. En este contexto, el anclaje del cinturón de seguridad, al ser un objeto metálico, podría convertirse en un proyectil letal durante un accidente. Es cierto que el recorrido del anclaje está limitado a la longitud del cinturón, pero lo que sucede dentro de un vehículo durante un choque a alta velocidad es impredecible.
Otro motivo por el que sería recomendable abrochar los cinturones de seguridad del asiento trasero es porque, de esta forma, cualquier persona que se siente en el asiento lo notará, se sentirá incómoda, y se verá forzada a desabrocharlo; lo que aumenta la probabilidad de que luego lo abroche de nuevo.
¿Quién paga si un pasajero no lleva el cinturón puesto?
Existe la creencia de que, si un agente de tráfico encuentra a algún pasajero sin el cinturón de seguridad puesto, la responsabilidad es del conductor y que, por lo tanto, será él quien tendrá que abonar la multa de 200 euros. Esto es totalmente falso. El conductor tiene la responsabilidad moral de asegurarse de que todos los ocupantes del vehículo cumplen con las normas establecidas por el Reglamento General de Circulación. Ahora bien, eso no significa que se le pueda hacer a él legalmente responsable de las decisiones que tome un tercero por su cuenta.
De hecho, esta aclaración está claramente explicada en el Reglamento General de Circulación, donde se dice que "la responsabilidad por las infracciones a lo dispuesto en esta ley recaerá directamente en el autor del hecho en que consista la infracción”. O sea, que no serán responsables ni el conductor ni el dueño del vehículo, sino el pasajero que no lleve el cinturón de seguridad abrochado. La única excepción a esta norma es el infractor sea menor de edad. En este caso, no será él quien deberá afrontar el coste de la sanción, sino que será el adulto que esté a cargo del mismo.
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