Ahorro
Reduce el consumo del aire acondicionado del coche con estos 6 consejos prácticos
Viajar cómodos y frescos tendrá un impacto considerable en el consumo de nuestro vehículo
El calor del verano en la Península Ibérica puede ser infernal. Por esta razón, muchos aprovechan sus vacaciones para conducir hasta lugares más frescos o para ir a lugares donde puedan refrescarse con mayor facilidad, como la playa. Pero claro, hasta que puedan llegar a sus destinos, tendrán que sufrir las terribles temperaturas que alcanzará la cabina de coche… a no ser que dispongan de un buen sistema de aire acondicionado, claro.
Ahora bien, poder viajar cómodos y frescos también tendrá un impacto considerable en el consumo de nuestro vehículo. Sigue estos consejos para que el aire acondicionado sea lo más eficiente posible y para minimizar su consumo:
1. Limpia los filtros:
Lo primero que conviene aclarar es que, si queremos que el viaje en coche sea agradable, algo importante que debemos hacer es limpiar los filtros del aire acondicionado. En realidad, esto es esencial en cualquier aparato de este tipo (también en los domésticos) porque un filtro sucio impide un flujo óptimo del aire... además de que puede generar malos olores. Por eso, si vas a salir de viaje durante estos días, asegúrate de revisar que estos filtros están todo lo limpios posible.
2. La dirección de los difusores:
Lo más habitual es que los difusores se coloquen mirando directamente hacia el conductor y el copiloto. Esto hace que la sensación térmica que experimentan las personas que están en la parte posterior del coche, sea muy diferente a la que experimentan los que están en la parte trasera. Es decir, que se dará una situación en la que, si el piloto y el copiloto están cómodos con la temperatura, las personas que se han sentado en el asiento trasero no lo estarán... y viceversa. Para que los de atrás estén a gusto, los que están sentados delante tienen que pelarse de frío.
¿Cuál es la solución? Pues sencillo: hay que dirigir los difusores del aire acondicionado hacia el techo. Cuando dirigimos de esta forma la corriente de aire frío, se producirá un efecto cortina en todo el habitáculo del vehículo, refrescando de una manera más o menos equilibrada a todos los pasajeros. Esto sucede porque el aire frío tiende a bajar, mientras que el caliente tiende a subir. En esencia, es el mismo principio en el que nos basamos para colocar los radiadores de nuestras casas en la mitad inferior de la pared... y no en el techo (al contrario de lo que sucede con el aire acondicionado doméstico).
3. El botón de la recirculación:
Al pulsar el botón de recirculación, el sistema de aire acondicionado utiliza el aire que ya está dentro del habitáculo, que tiene una temperatura más baja debido a la refrigeración previa. De esta forma, el sistema necesita menos esfuerzo para enfriar el aire y mantener una temperatura confortable en el interior del vehículo. Al reducir la carga de trabajo del sistema de refrigeración, se disminuye la cantidad de combustible necesaria para mantener una temperatura agradable en el habitáculo, lo que se traduce en un ahorro de hasta un 20% de combustible.
4. Aparcar a la sombra:
Estacionarse en la sombra puedemarcar una gran diferencia en la temperatura dentro de tu coche. Si es posible, aparca debajo de un árbol o en un área cubierta para evitar la luz solar directa. Esto no solo hará que tu coche sea más cómodo cuando vuelvas a él, sino que también reducirá la cantidad de trabajo que necesita hacer tu sistema de aire acondicionado para enfriar el coche, ahorrando combustible en el proceso.
5. Los primeros metros, mejor la ventanilla
Los primeros minutos después de entrar en el coche pueden ser los más calurosos, por lo que una buena opción es abrir las ventanillas un poco para que el aire caliente salga y el aire fresco entre. De esta forma, el sistema de aire acondicionado no tendrá que trabajar tanto para enfriar el habitáculo, lo que reducirá su consumo de combustible. Después de unos minutos, se pueden cerrar las ventanas y encender el aire acondicionado para mantener una temperatura cómoda.
6. Controla tus expectativas
De acuerdo con la Dirección General de Tráfico, la temperatura ideal del habitáculo del coche se sitúa entre los 22ºC y los 24ºC. Aunque no todas las personas tienen las mismas preferencias y no todas se sienten cómodas a la misma temperatura, la mayoría de la gente no necesita estar a menos de 22ºC. Si alguien siente que lo necesita, probablemente se deba a que acaba de subirse al coche después de haber estado expuesto a temperaturas muy altas y esté tratando de bajar rápidamente la temperatura.
En estos casos, lo que suele suceder es que bajemos la temperatura por unos minutos, pero que volvamos a colocarla a una temperatura prudente cuando notemos el exceso. Por eso se entiende que bajar de los 22ºC es un gasto de combustible innecesario. Puede ser agradable durante un corto período de tiempo, pero el esfuerzo adicional que le estamos demandando al vehículo es desproporcionado con la recompensa que obtendremos por ello.
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