Tráfico

El truco para evitar las multas de los radares: la regla del tres, del cinco y del siete

La DGT señala que el 69% de los conductores utiliza algún tipo de avisador de radares, siendo este el único dispositivo legal

Radar fijo en las carreteras de Castilla y León
Radar fijo en una autovía de EspañaIcal

En la constante lucha por evitar multas de tráfico, la Dirección General de Tráfico (DGT) comparte un secreto bien conocido por algunos conductores: la regla del siete. Este ingenioso truco se basa en el margen de error de los radares, específicamente en aquellos tramos con límites de velocidad de 100 km/h o menos, donde se aplica un margen de 7 km/h. No obstante, la DGT advierte que cuando la velocidad supera los 100 km/h, se añade un 7%, lo que significa que en autopistas y autovías, un límite señalizado a 110 km/h permite alcanzar los 117,7 km/h antes de recibir una sanción.

La claridad de estos márgenes se estableció en 2015 para evitar confusiones entre los conductores. Por ejemplo, en una zona con límite de 50 km/h, la regla del siete permite circular hasta 57 km/h antes de activar el radar. Además, para los radares de tramo, se aplica la regla del tres, permitiendo un exceso máximo de 3 km/h en vías de hasta 100 km/h, y un 3% sobre la velocidad autorizada en límites superiores. Los radares fijos se rigen por la regla del cinco, permitiendo excesos de 5 km/h o un 5%, dependiendo de la velocidad máxima de la vía.

Sin embargo, cabe destacar que en los tramos de velocidad controlada, donde se calcula la velocidad media entre dos puntos, estas reglas no se aplican. Mientras la DGT comparte estos detalles, revelando cómo evitar sanciones por exceso de velocidad, también señala que el 69% de los conductores utiliza algún tipo de avisador de radares, siendo el único dispositivo legal. No obstante, casi un 10% admite el uso de detectores de radares, y cerca del 1% utiliza inhibidores, ambos ilegales.

A pesar de estas estrategias, la DGT advierte sobre las sanciones establecidas claramente en su cuadro de multas, con infracciones consideradas muy graves que pueden llegar a constituir delitos, llevando consigo penas de prisión y retirada del carné de conducir. En la búsqueda de evitar sanciones, los conductores deben equilibrar el conocimiento de estos márgenes con el respeto por las normas de tráfico.