La UE y la OTAN desconfían del plan de paz de China

Tanto la OTAN como la UE han acogido con frialdad y muchas dosis de escepticismo y desconfianza el plan presentado por China para terminar con la guerra en Ucrani. Occidente cree que Pekín esta jugando con dos barajas y no tiene ninguna credibilidad después de 12 meses de ambigüedad calculada. Además, nadie cree ni en Washington ni en Bruselas que ahora mismo Vladimir Putin tenga intenciones de conseguir la paz sino todo lo contrario.

En el primer aniversario del comienzo de la contienda, el secretario general de la OTAN,Jens Stoltenberg y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se han desplazado hasta Tallin (Estonia) para conmemorar el aniversario de la independencia del país, perteneciente a la antigua unión soviética. Un viaje con un significado más que evidente ya que vuelve a ser una escenificación, al igual que la visita de Joe Biden a Polonia esta misma semana, de que los aliados no dejarán solos a los países del Este ante la amenaza rusa.

En su comparecencia ante los medios de comunicación Jens Stoltenberg ha hecho suyas las tesis de los servicios de inteligencia estadounidenses y cree que Pekín se está preparando para enviar armas a Rusia. “No hemos visto entregas actuales de ayuda letal, pero si que hemos visto signos e indicios de que China puede estar planeando y considerando proveer de ayuda militar a China y no debería hacerlo porque eso supondría apoyar una guerra ilegal de agresión”, ha explicado el político noruego este viernes sin dar más detalles sobre las pruebas de los aliados para sostener estas sospechas”. Hasta el momento, el máximo representante de la diplomacia europea, Josep Borrell, se ha mostrado cauto y se ha limitado a señalar que su homólogo chino le ha negado estas acusaciones.

En cuanto a los intentos de Pekín de erigirse en árbitro de la situación y poner en marcha un plan de mediación, Stoltenberg ha asegurado que China “no tiene mucha credibilidad” porque Pekín no ha condenado la invasión además de que el régimen de Xi Jinping y acaba de firmar una alianza ilimitada de colaboración con Vladimir Putin. Además, el secretario general de la OTAN ha aprovechado la ocasión para recordar a China sus deberes como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y que cualquier colaboración en el envío de armas a Rusia supondría apoyar una guerra ilegal y la violación de la Carta de Naciones Unidas.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha manifestado en términos muy parecidos y también ha señalado que con este acuerdo de amistad con Rusia, China ya “ha tomado parte”. Además, para la política alemana el documento presentado por Pekín no puede considerarse un plan de paz sino tan sólo algunos principios generales.

La portavoz comunitaria, Nabila Nassrali, ha dado más detalles sobre las reticencias europeas a este supuesto plan de paz de Pekín. Bruselas está dispuesta a colaborar con “cualquier esfuerzo negociador auténtico y significativo para acabar la guerra”, pero considera una traición que China se haya abstenido en la última votación de condena en la Asamblea General de la ONU y cree que el documento presentado por Pekín “no tiene en cuenta quién es el agresor y quién es la victima”.

Los dos mandatarios han aprovechado sus intervenciones para reiterar el apoyo a Ucrania hasta que ésta consiga ganar la guerra. Se espera que la Comisión Europea presente en los próximos días una propuesta para aumentar la capacidad de producción de armas de los aliados ya que la industria armamentística se encuentra desbordada por los pedidos.