10 años de la catástrofe
El terremoto de Lorca fue el más grave desde 1960 en España y supuso la mayor catástrofe en pérdidas humanas y económicas
El Instituto Geográfico Nacional advierte de que ese tipo de terremoto puede volver a repetirse cada cierto tiempo
El terremoto de Lorca, del que hoy se cumplen 10 años, “fue el más grave desde la década de 1960 y supuso la mayor catástrofe tanto en pérdidas humanas como económicas”. Igualmente, la serie sísmica producida a raíz de este seísmo desencadenó “más de un centenar de terremotos pertenecientes a la misma serie”, según Luis Cabañas, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Cabañas, en declaraciones a Europa Press, recuerda que este terremoto, de magnitud 5,1 e intensidad VII, que se llegó a sentir en las comunidades de Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, “ha permitido que actualmente haya una mejor detección de la sismicidad en la zona, incluyendo terremotos muy pequeños que no son para nada detectables por la población”.
Recuerda que la Región tiene unas cuantas fallas activas y el de Lorca pertenece a la falla de Alhama, de cuatro segmentos, que se extiende desde Puerto Lumbreras hasta Alcantarilla, abarcando una extensión de alrededor de 85 km.
Advierte este experto del IGN que ese tipo de terremotos “puede volver a repetirse cada cierto tiempo”, por lo que “conviene instrumentar más sísmicamente para tener un mejor detalle”.
El terremoto de Lorca ha sido el más notable en los últimos años en España, “más que nada, explica, por los efectos y la catástrofe que causó”, ya que a comienzos de 2016 hubo un terremoto de magnitud 6 en Alborán que se sintió en Melilla “pero no llegó a producir los daños que produjo el de Lorca”.
Anterior a esa fecha, el 28 de febrero de 1969, al suroeste del Cabo de San Vicente se produjo un terremoto de magnitud 7,8 y fue sentido en Madrid y la costa andaluza, pero “no provocó daños, aunque se considera el seísmo más grande registrado desde que tenemos material instrumental”.
El problema de Lorca, ha señalado este experto, es que el epicentro estuvo muy cerca de la ciudad y, como consecuencia, Lorca “sintió un impacto bastante grande a pesar de ser un terremoto moderado” atendiendo a su magnitud.
“La rotura de la falla estaba al lado de Lorca, a unos 3 ó 4 kilómetros, y fue poco profundo, lo que hizo que la localidad sufriera unas aceleraciones muy altas de movimiento del suelo al paso de las ondas y eso provocó efectos más dañinos”, ha señalado Cabañas.
Y es que, destaca, “se le añadió a este terremoto un efecto extra de directividad de las ondas, hizo que el movimiento del suelo fuera bastante fuerte en la ciudad”.
Desde que el IGN comienza a utilizar la instrumentación sísmica, a partir de 1960, el de Lorca ha sido el terremoto más notable, aunque Cabañas recuerda que el IGN cuenta en su base de datos con registros incluso anteriores al año 1048 a través de las crónicas. De hecho, ha subrayado, “el terremoto de Orihuela en ese año se considera del primero como bien catalogado relativamente a información”. Anterior a esa fecha se consideran terremotos históricos.
Preguntado sobre qué han aprendido del terremoto de Lorca, Cabañas considera que “es conveniente instrumentalizar mejor las zonas de fallas activas”.
Como “puede volver a repetir ese tipo de terremotos cada cierto tiempo conviene tener instrumentos sísmicos para obtener mejor detalle de lo que ocurre y desde el punto de vista de la ingeniería, tener una cierta planificación urbanística y una construcción lo más adecuada posible a la zona sísmica”.
Mejor monitorización sísmica
El Instituto Geográfico Nacional recuerda a todos los damnificados por el terremoto, que provocó 9 víctimas y daños en las construcciones.
La relocalización precisa de la serie ha permitido un mejor conocimiento de la distribución espacial de los terremotos y de su relación con la falla de Alhama de Murcia.
En estos 10 años, el IGN, en colaboración con otras instituciones, ha incrementado su infraestructura para poder llevar a cabo una mejor monitorización sísmica y proporcionar datos que contribuyan al estudio científico de este fenómeno.
En concreto, se han añadido tres estaciones sísmicas, una de ellas con un sensor a 40 metros de profundidad en la falla de Alhama de Murcia; 10 estaciones de aceleración; y 21 sensores de aceleración de la red Silex, 10 de ellos en la ciudad de Lorca. En 15 de estas estaciones se han realizado estudios de caracterización del suelo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar