La Región de Murcia vota con la incógnita del efecto del «no pacto»

La Región de Murcia se ha posicionado como uno de los escenarios más significativos de las políticas de pactos entre partidos. O más bien, de «no pactos», dada la falta de acuerdo entre el PP y Vox para llegar a cerrar un pacto de gobernabilidad. Después de las elecciones autonómicas del 28 de mayo, y con un Partido Popular que salió victorioso con el 43 por ciento de los votos, es decir, 21 diputados a tan solo dos de la mayoría absoluta, se chocó de bruces con el «no» de Vox durante la sesión de investidura que impidió revalidar la presidencia de Fernando López Miras. Los populares insisten en que están «legitimados» para gobernar en solitario, mientras que desde Vox exigen entrar en un gobierno autonómico, con tres consejerías.

El propio López Miras aseguró que no toleraría que la Región de Murcia fuera el «laboratorio» de pruebas de Santiago Abascal ante un posible escenario similar en el Gobierno central, frente a lo que desde Vox contestaron que si no aceptan sus condiciones, se verían abocados a una posible repetición electoral.

En cualquier caso, la incógnita reside ahora en si este movimiento de los de Abascal pasará factura a la formación al sostener todavía un gobierno en funciones, que seguirá trabajando en este estado, al menos, hasta el 7 de septiembre, fecha que se ha puesto de plazo para poder llegar a un nuevo acuerdo.

Lo cierto es que el dirigente popular es el único candidato con opciones de gobernar, ya que la segunda fuerza política más votada, el PSOE, solo obtuvo 13 escaños, que sumados a los dos de Podemos-IU-Verdes, no alcanzaría la mayoría necesaria para formar un gobierno de coalición, situada en los 23 diputados. Por su parte, Vox obtuvo nueve escaños, por lo que con la abstención habría bastado para que la Región tuviera un gobierno a pleno funcionamiento.

Desde el Partido Popular han insistido durante la campaña electoral en que el escenario vivido en la Comunidad puede evitarse si se centra el voto en Feijóo, para sortear este «bloqueo» que se ha basado en un «chantaje» de Abascal al PP, y en el que se han puesto sobre la mesa decisiones importantes, como la exigencia de Vox de modificar la Ley de Protección del Mar Menor, o reclamar una vicepresidencia y dos consejerías. «Es desproporcionado, y en el Gobierno central, podría pedir la vicepresidencia y varios ministerios aunque sea más de lo que los ciudadanos le han dado en las urnas», enfatizó López Miras.

Y en el centro de toda la campaña, se sitúa entre la elección del «sanchismo», o por parte de la izquierda, de asegurar que «PP y Vox son lo mismo», mientras que Abascal insistió precisamente en un mitin frente a la Catedral de Murcia que mantendría el bloqueo en la Región tras las elecciones de este domingo si no entraban en el gobierno. A partir de ahora, todo queda en manos de los indecisos.