Opinión

El pisito

Con ocho zagueros entre 23 jugadores parece que la lista de Lopetegui es defensiva. No lo es. O desequilibrada porque en la zona ancha sólo hay media docena de centrocampistas puros. El míster sabe por qué no lleva otro Busquets, un Illarra o un Rodri, y también por qué ha descartado a Morata. La convocatoria, compensada, promueve menos debates que aquellas de cuando el fútbol español jugaba furioso como siempre y perdía como de costumbre porque en cuestión de talento estaba canino, o por falta de efectivos o de descubridores. Ahora que está de moda el casoplón de «más de 600.000 euros» con piscina y alojamiento para invitados, y comprobado que Irene Montero y Pablo Iglesias no son Mary Carrillo ni José Luis López Vázquez, la herencia de Lopetegui no es «El Pisito» sino una mansión donde acoge a lo más granado del fútbol español con las aspiraciones intactas.

Y las discrepancias sobre los huéspedes son mínimas. De Gea, Reina y Kepa; Carvajal, Ramos, Nacho, Piqué, Alba, Azpilicueta, Monreal, Odriozola; Busquets, Iniesta, Silva, Koke, Saúl, Thiago; Isco, Asensio, Lucas Vázquez, Diego Costa, Iago Aspas y Rodrigo. Juventud, las dosis justas de veteranía, calidad, competitividad y un estilo que nació con Luis Aragonés, mantuvo Vicente del Bosque y sostiene Lopetegui con valores añadidos como la flexibilidad en el esquema y las alternativas durante el partido. Un estilo cuyo epicentro es el balón y el toque su razón de ser. ¿Con todo esto se puede ganar otra vez el Mundial? Es posible; mas, por si acaso, Julen añade tres factores que para él son básicos: «Ambición, pasión y humildad». No dice que España va a ganar el Campeonato, tampoco que no lo hará.