Opinión

Un trío

No hay más certezas que las cuestiones resueltas. Está por ver que Ronaldinho se case en agosto con Priscilla Coelho y Beatriz Souza. Lo ha anunciado. Y sí, son dos mujeres, dos; es decir, un trío. No contraerá matrimonio o lo que sea en Brasil, donde la poligamia está castigada con seis años de prisión, sino que celebrará una ceremonia privada en su casa de Santa Mónica, en California. Trump aún no ha dicho esta boda es mía; pero no hay que descartar que se invite. Sí es cierto, porque lo ha confesado Gwyneth Paltrow, que cuando Brad Pitt era su novio amenazó al neardental Harvey Weinstein con matarle si volvía a propasarse con ella. También es verdad que apostar pollos contra pajaritos a favor del Madrid en la final de Kiev es la corriente. La mayoría señala al Liverpool como víctima propiciatoria. Pero esto es fútbol, tan sorprendente en tantas ocasiones como la pájara que se apoderó del líder del Giro, Simon Yates.

El británico parecía invencible y Dumoulin le arrancó la mitad de la ventaja en una cuesta del 8 por ciento. Ahora les separan 28 segundos. Pesan más los kilómetros y los esfuerzos que las pendientes. Dos certezas más: el Madrid ha devuelto un millar de entradas de la final. ¿Se cansa el madridista del solomillo y del caviar, de viajar cada año a una final? No, sufre hartazgo e indigestión de intereses espurios (UEFA), de viajes extenuantes, de precios abusivos, de sedes inconcebibles, de estafas y de tomaduras de pelo. De ganar nadie se cansa, pero sí de hacer el primo. Y la última certidumbre: la escritora francesa Fred Vargas, señora de la novela negra, ha recibido el premio Princesa de Asturias de las Letras. «Huye rápido, vete lejos»... Procura que no sea a Kiev.