Puntería

Daniel Entrialgo ha recuperado la vida de Puskas en una novela apasionante, que lleva por título el nombre del legendario jugador, y que trasciende del fútbol y del personaje. En uno de los pasajes, después de contar la célebre victoria de Hungría sobre Inglaterra (2-6) en Wembley (1954), escribe, recordando a Jimmy Hogan, futbolista y luego entrenador nacido en el siglo XIX: «Sus propuestas vanguardistas pueden resumirse en un simple concepto: pasarse el balón. Toques cortos, rápidos y precisos para esquivar las embestidas del contrario. Como un valls vienés de salón, un-dos-tres, un-dos-tres...».

Orígenes del tiqui-taca, descripción aproximada de lo que España «bailó» el domingo en Villarreal. La Roja juega bonito y sólo el fallo de David de Gea enturbió lo que hubiera sido un triunfo corto, merecido y garante de titulares más generosos. La incomparecencia de indiscutibles como Carvajal, Ramos, Busquets e Isco no fue determinante; Odriozola (autor del gol), Azpilicueta, Koke y Thiago ocuparon el lugar de los ausentes y brillaron. En la Selección hay talento y un plan para desarrollarlo, todo lo cual anima a creer en éxitos inmediatos. Aparte de que sobró el error del portero, faltó algo que no se echó de menos en el amistoso con Argentina: el gol.

La albiceleste, siempre candidata en torneos internacionales, cayó 6-1 en el Metropolitano. El repaso fue de los que hacen época, humillante. España acertó ante la portería argentina y contra Suiza, un equipo muy bien organizado, sólo acusó la falta de puntería, virtud intermitente que no debería sembrar dudas.