Les presento a Juan

Permítanme hablarles hoy de un amigo. Se llama Juan, nació en Galicia y, antes de que concluyera la dictadura de Franco, decidió emigrar a Estados Unidos. España había avanzado, pero miseria seguía habiendo no poca y Juan pensó en ganarse la vida al otro lado del mar. Comenzó trabajando como camarero en cruceros. Poco a poco, llegó a asentarse en tierra firme. Algún tiempo después, tras mucho trabajar, consiguió tener su propio restaurante que iba muy bien. Seguramente, lo conservaría a día de hoy, pero un divorcio se lo llevó todo. Ahora se gana la vida como conductor. Hace unas semanas, pagó los impuestos de todo el año 2019. Fueron trescientos dólares, sí, han leído bien, trescientos dólares. Alguno dirá que paga poco, pero que no tendrá servicios. Los tiene. Su seguro médico le cuesta algo menos de dieciocho dólares al año. Sí, han leído bien: algo menos de dieciocho dólares al año. En 2019, le encontraron un cáncer. Tuvo que hacer frente a un copago de algo más de doscientos dólares, pero no sufrió ninguna lista de espera. Entre el diagnóstico y su intervención quirúrgica pasaron menos de cuarenta y ocho horas. El coronavirus lo ha golpeado como a tantos otros, pero el gobierno le va a enviar dos mil dólares – muchos los han recibido ya en su cuenta bancaria – porque en 2019 ganó menos de setenta mil dólares en todo el año. Esa es la realidad de millones de personas que viven en Estados Unidos, pero, eso sí, si uno se cree lo que los mentecatos escriben en la prensa o los sabelotodos pontifican en las radios y televisiones, en España, tenemos un sistema sanitario mejor que el de Estados Unidos; nuestro presidente es un alma progresista y no un ceporro maligno como Trump y los impuestos confiscatorios que se pagan están más que justificados porque el sistema social es la pera limonera. Me consta que hay ignorantes y necios que se lo tragan, pero la verdad es que el número de contagiados y muertos por millón de habitantes en España cuadruplica los de Estados Unidos, sin duda, porque la estadística ha sido fichada por los partidarios de la leyenda negra para denigrar a España. Sigan esos tontilones en su estúpida y prepotente ignorancia. Yo conozco a Juan y sé la verdad y no es lo que cuentan tantos cantamañanas en España.