Las élites

Hola, me llamo María José Navarro y estudié toda mi E.G.B. en un colegio concertado. Concertado y religioso, además, para que el Gobierno pueda abiertamente considerarme una persona sospechosa. Solo aceptaban niñas, que es ya el colmo de los colmos. Gracias a que era concertado las cuotas eran bajas y así mis padres podían elegir entre ese y otro colegio y, gracias a que era religioso, las monjas miraban hacia otro lado cuando algunas de esas cuotas no se podían pagar. Hasta los catorce años estudié en ese centro y les puedo asegurar que volvería una y mil veces a repetirlo y nunca tuve la sensación de que pretendieran algo más que hacernos aprender. Algunas de mis compañeras de pupitre son ahora activistas de izquierda, reconocidas homosexuales o señoras que, como yo, nunca han pensado en el matrimonio como forma de vida y que están a favor de la educación pública. Pero estarlo no significa contraponerla a la concertada. El Plan de Reconstrucción que preparan Psoe y Podemos especifica que las ayudas a educación de los fondos europeos solo se van a destinar a la escuela pública de gestión directa , dejando fuera a casi el 25% de las familias del sistema educativo. El argumento: el resto de colegios son para la élite. Me parece a mí que los redactores del Plan no se han pasado en su vida por un colegio concertado. Se olvidan de la gran labor y de incalculable valor que hacen en barrios marginales, en zonas de inmigración para la integración de esos críos, con chicos con capacidades distintas. Si esa es la élite que venga Dios y lo vea. Y ahora que hablo de Dios, a mí todo esto me suena a que Psoe y Podemos quieren atizarle a la Iglesia y que ese es el único motivo de cometer semejante injusticia. Y todo eso lo capitanea un señor que se fue a un concierto en avión oficial. Las élites. Hay que joderse.