Opinión

Los tontos

Venga, vamos a engordar el ego y las cuentas en redes sociales de todos aquellos que creen que no hemos entendido nada. Que dicen que no hemos leído el Boletín Oficial del Estado o que no lo comprendemos. Venga. Vamos a empezar, queridos intelectuales, por la nueva ley de educación, eso que se llama Lomloe. Durante los últimos treinta años ya hemos asistido a algunas aberraciones, pero esta me parece muy sublime. El Estado va a asignar a los alumnos a los centros públicos, es decir, se acabó que los padres puedan elegir dónde quieren que sus hijos estudien, o eso entiendo, que a lo mejor me lo tiene que explicar estos mendas también. Los colegios concertados irán desapareciendo porque, según he leído (aunque igual no soy capaz) son prescindibles, al haber plazas públicas de sobra, que aún están por crear. El derecho a la educación se cambia por educación pública.
Los padres no son los garantes de que se cumpla ese derecho, es el Estado. Cojonudo. Y se podrá pasar de curso siendo un zote, que es lo que soy yo porque no entiendo nada. Y luego está el ministerio de la verdad, que va a garantizar la información veraz porque la otra manipula a la población, que debe ser tonta como yo. «Identificación de eventos desinformativos», «creación de un departamento de seguridad nacional contra la desinformación» y «desarrollo de herramientas para evitar su propagación».
Ojo, que hay periodistas que están de acuerdo y que, con ese mismo texto decretado por la derecha, hubieran bramado y escupido fuego por la boca. Pero ahora no. Ahora es cojonudísimo y lo hacen por nuestro bien, que no entendemos. Si poco nos pasa a los tontos, que es que no entendemos y menos si somos de izquierdas, porque, puestos a ser gilipollas, es que no somos capaces de distinguir tampoco lo que se necesita. Bueno, venga, voy a ver si recibo algunas lecciones que se está quedando un año para pedir una viga y una soga.