Elecciones Comunidad de Madrid

El pescado está vendido

Dos mujeres, entre tanto hombre, brillarán el 4 de mayo

Ahora que los episodios de las cartas con balas empiezan a colocarse en el sensato espacio de la discreción, ahora que sabemos que la navaja que recibió Reyes Maroto se la envió un perturbado, Almeida va y pide un aplauso para el candidato, por todo el cariño que no le ha dado su partido.

Qué quieres que te diga, me divierte el humor del alcalde de Madrid –qué desaprovechado está– y me produce cierta ternura Gabilondo. Que necesidad tenía él de estos bandazos ideológicos incomprensibles. Su equipo busca ahora un sitio alejado de Ferraz para pasar la noche electoral, no sea que la figura de Sánchez se desgaste.

De ser el partido más votado en las anteriores elecciones, este PSOE corre el riesgo de ser superado por Más Madrid. Eso dicen las encuestas que unos y otros manejan, tan nerviosos. No contaban con el empuje de la candidata Mónica García. Ha emergido ante toda la izquierda con firmeza, segura en sus intervenciones. No se amedrenta dando la batalla por la sanidad pública. Podrás comulgar o no con ella y con su coletilla del «todos y todas», pero le compras su convicción en las distancias cortas. Vaya cruz para Pablo Iglesias. Ha respondido a la amenaza errejonista tirando de la propaganda del miedo a la ultraderecha, al fascismo. ¡Error! Habría que recordarle lo que sabe perfectamente Iván Redondo: la mejor emoción que puedes provocar en los votantes es ilusión, alegría. También esto se lo tiene que hacer mirar VOX.

Ideas claras, te gusten o no, Díaz Ayuso las tiene. Sus inseguridades apenas las exterioriza. Gana simpatías con su deje castizo y, aunque por la boca muere el pez, cuando responde a un periodista sabe muy bien marcar con su nombre los días planos. Ha salido en defensa de la autoestima madrileña frente a los «haters» vecinos, y ha basado su autodefensa en los comercios abiertos. La última EPA corrobora el éxito: el paro bajó cinco veces más en Madrid que en el resto de España. El pescado está vendido, amigos. Y dos mujeres, entre tanto hombre, brillarán el 4 de mayo.