Manual para acuchillarse

Ha reabierto el Pimpi Florida de El Palo en Málaga, un bar para visitar antes de volarse la tapa de los sesos. Recuerdo mi primera noche en el local. Toda la gente entraba de golpe y se miraba como se mira la gente antes de que arranque una montaña rusa. Primero, todo el mundo pedía las bebidas. Después, la comida. Servía la barra un doble de Clark Gable. Después cantamos las cosas de Quintero, León y Quiroga. En el patio, tan estrecho, las guiris fumaban medio trompas junto al aparato del aire acondicionado y hacían la cobra. De camino al baño, una señora limpiaba calamares en un fregadero con aire sentimental.

Como el domingo es Halloween, las niñas han empezado a decorar la casa y cuelgan de las esquinas a las que llegan, fantasmillas de papel y arañas gordas recortadas en cartulina negra que, más que miedo, dan ternura. Este año en Halloween se llevan el disfraz de escrito del juez Marchena y el de aspecto más lesivo de la reforma laboral.

En la noche de los muertos vivientes, Sánchez va de Sánchez y Rafael Simancas, de Rafael Simancas en la de reunión del Grupo Socialista con Bildu. Por la Bahía de La Concha transitan los socios del Gobierno pidiendo libertad para los presos de ETA en plan entierro de la sardina de la mayoría de investidura. Desde lo alto del túnel de Miramar, Consuelo Ordóñez ha sacado una pancarta llamándoles asesinos. Se dedicaron a silbarle.

En Madrid se ha reunido la comisión de seguimiento del pacto de coalición. El acuerdo entre el PSOE y Podemos es un manual de cómo acuchillarse. En el Gobierno juegan al Juego del Calamar, así que uno no sabe uno si va a terminar rico o faltándole los riñones y el hígado. También ha arrancado la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado con Podemos, Bildu y los independentistas. Esquerra ha pedido que blinden el catalán en Netflix y que se emita ‘El ala oeste del caserío de Arnaldo’. Desde la perspectiva pédrica, se entiende que Podemos, Esquerra y Bildu son los nuevos salvadores de España. Ha escrito Jesús Nieto Jurado que ahora parece que le pone el ambulatorio a tu padre el jefe del Comando Madrid.