Cuba
La corrupta dictadura cubana
El que fue uno de los países más ricos del continente se convirtió en un vertedero de miseria, prostitución y corrupción
Los años pasan y la brutal dictadura cubana se mantiene. Durante muchos años, demasiados, la revolución castrista fue un gran mito de la izquierda europea. Había una enorme fascinación por los jóvenes barbudos que habían derribado al sátrapa de Batista y se habían enfrentado al poder yanqui. La realidad sería muy diferente, porque Castro instauró un régimen criminal que vulneró sistemáticamente los derechos humanos. El Che Guevara, su amigo intermitente, con el que mantuvo unas relaciones complicadas e incómodas, era otro asesino sin escrúpulos que quería extender el comunismo por Hispanoamérica. La estética y el lenguaje les favoreció, pero Cuba se convirtió en la finca de Castro y sus compinches que la expolian mientras viven como millonarios y la población se tiene que limitar a una precaria subsistencia. El que fue uno de los países más ricos del continente se convirtió en un vertedero de miseria, prostitución y corrupción. Es lo único que consiguen los populismos de izquierdas. La muerte de Castro y la jubilación formal, que no real, de su hermano Raúl no acabaron con la dictadura. Cuba no logrará convertirse en una democracia mientras sus herederos sigan en el poder.
Como era previsible, no se permitió la marcha del 15-N, porque no hay nada que inquiete más a los dictadores que cualquier atisbo de libertad. Es bueno recordar que todos los países autoritarios apoyan al régimen cubano. Nunca ha estado aislado. La geopolítica no tiene principios o moral, sino intereses nacionales. En ese terreno las democracias siempre son más frágiles porque existe una opinión pública y el pluralismo político. Por eso, países como China, Rusia, Irán, Venezuela…, pueden actuar con mayor libertad e impunidad. No tienen ningún límite en su actuación y es lógico que apoyen a un gobierno autoritario como el cubano porque es muy útil en su estrategia global. La población seguirá sometida y sufrirá penalidades mientras sus depredadores dirigentes y amigos se siguen enriqueciendo. El dinero que roban lo llevan, precisamente, a países donde pueda estar seguro y así disfrutar de todo tipo de lujos. La crisis social y económica, que se ha visto agravada con la epidemia de la covid, ha provocado escasez de alimentos y productos básicos. No importa, porque lo fundamental es mantener la dictadura.
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