Opinión

Así es como el PC da lecciones de memoria

Notas del 17 de noviembre, invierno de repente, fogatilla en la barricada del Puente Carranza y encuesta del CIS de Tezanos. Casi el 20 por ciento de los votantes socialistas prefiere a Yolanda Díaz, diosa pagana, última cocacola a la izquierda del PSOE. No es una candidatura, no es un programa, no es un partido. Es una emoción, una cierta ‘joie de vivre’, un flequillo al trasluz de la mañana en un despacho de Nuevos Ministerios y mucho ‘talante’. “A la izquierda del PSOE” ya es el nuevo “Al este del Eden”. John Steinbeck creía que un alma triste puede matar más deprisa que un germen.

El secretario de Estado de Agenda 2030 Enrique Santiago ha anunciado una enmienda que pretende modificar a la Ley de Amnistía de 1977 con que pretende revisar los crímenes del franquismo. Así es como el PC da lecciones de memoria histórica. La enmienda presenta ligeros inconvenientes con el Estado de Derecho y algunos dirán ‘Qué tontería’, pero a ver si vamos a recordar a los que murieron luchando por las libertades democráticas lesionando esas mismas libertades democráticas. No importa, porque si la cosa se pone fea, sacan a Franco en magna procesión y se habla de conceptos como el de la justicia y la creencia sobre la infalibilidad de la izquierda. El sanchismo ha de venir a juzgar a vivos y a muertos.

Algunos de los acusados comparecerán por ouija. Olvido o memoria, esa es la elección. Yo elijo memoria, porque el olvido es una forma de miseria (y la arbitrariedad es una forma de totalitarismo) y no sea que alguien vaya a creer que el franquismo está vivo, pero ETA pasó hace mucho.

Haciendo memoria, el 15 de octubre del 77 se aprobó la Ley por la que quedaban anulados los crímenes políticos en este país. Es curioso que aquella ley la pidiera la oposición al franquismo y entre ella, el Partido Comunista. La firmó Marcelino Camacho -qué buen nombre para un rapero- y lo defendió Santiago Carrillo, al parecer un fascista.