España va bene

Subirats el nuevo ministro de Universidades -Joan Manuel Serrat sin disco de oro- apuesta por un referéndum para cambiar la forma y estructura del Estado. Voto sí a que El Puerto de Santa María quede al lado de San Sebastián y que el Cantábrico bañe las afueras de Albacete.

Es viernes con un inflación del 6,5%, la mayor en treinta años, pero juran que pasará. Nadia Calviño -ministra de Lladró- ha dicho en Bloomberg que la inflación es temporal pero que le precocupa el precio de la energía, que es, en parte, lo que provoca la inflación. La fórmula mágica del placer sanchista consiste en trocear la realidad lo suficiente como para interpretar que no ha subido la luz si le restas la inflación y que no hay inflación si le restas la subida de la luz.

Una de mis partes preferidas de la relación entre el sanchismo y la pandemia fue cuando Tezanos preguntó a los españoles en pleno confinamiento que qué les parecía la situación económica del país al margen del coronavirus. Tenía el mismo sentido que preguntar cómo ve usted la situación del planeta al margen de este meteorito que se dirige hacia la Tierra. Luego venía esa cartelería menguante: estamos más fuertes, estamos más unidos, estamos más ricos. Ahora estamos, a secas, acaso les parece poco.

Cualquier desgracia es relativa, pues todos los problemas encuentran su final en algún momento. Lo bueno de palmar es que todo te da igual y además, está lo de la resiliencia. Si te ponen los cuernos, en Moncloa te colocan dos farolillos, una copa de fino en la mano y ya vas por ahí gritando que viva la feria de Sevilla. Me gustaba mucho la chirigota de Cádiz ‘Los alegres divorciados’ cuando en los años 2000 versionaban el ‘España va bien’ de los tiempos de José María Aznar -’il picolo presidente’- en una tarantela maravillosa que cantaba: “España va bene -va bene- per cápita de pene”.