Pactar con Vox al estilo Delacroix

Van a hacer dos años desde que la gente comenzara a preguntarse qué hubiera dicho David Gistau de esto y de lo otro. Del trato de favor del Ministerio del Interior a los presos de ETA -estimado Joseba, estimado Angel Luis- , por ejemplo, o de las portadas de hoy en las que Alfonso Fernández Mañueco en campaña a las autonómicas de Castilla y León se abraza a una Isabel Díaz Ayuso ardiendo.

Ayuso brilla con el aura del antisanchismo porque venció a Sánchez y eso le otorga un aura diferente. Ante ella, las encuestas entran en trance, se clavan de rodillas en la arena entre los pinos y pronuncian con voz ronca profecías del nuevo ciclo electoral. Ojo que el fervor en Castilla es de otra manera. Yo mismo di un pregón en la Tierra de Pinares y antes de empezar, avisé a la familia: “Si no me aplauden y me miran raro, no os preocupéis: esto es así”.

Ahora, a Ayuso van advirtiéndole “Isabel, que Castilla no es Madrid”. No sé si Castilla es Madrid, pero Madrid es Castilla. Me salen más pepés que botellines. Se supone que el pedrista es panhispánico, universal e intercambiable, pero el del PP habría de comportarse como un votante federal, un conjunto asimétrico e incomprensible donde el señor de Málaga no tiene que ver con el de A Coruña.

No sé. En el imaginario político de España, el señor de algún sitio siempre aparece con un palillo en la boca, apoyado el codo en el palo de un rastrillo en la linde de la huerta o frustrado por no conseguir pagar en la máquina del aparcamiento de la capital a la que solo se acerca a hacer papeles y cuando operan a la madre de la vesícula.

Para los partidos, el señor de por ahí nunca entiende nada -a ver cómo le cuentas que el PP llegará a un acuerdo con Vox- por eso va Ayuso a explicárselo y le dice que pactaría antes con el partido de ortega Lara que con el partido que pacta con los que secuestraban. Es decir, que con Vox antes que con el PSOE, que es lo que hizo Sánchez: con Bildu antes que con el PP. Esto es Ayuso -Bandini de la derecha- sacándose el pacto con Vox al estilo Delacroix. El señor de Castilla lo ha entendido perfectamente.