Isabel Díaz Ayuso

La vindicación de Ayuso y su hermano

«Han sido injuriados y calumniados, se ha intentado utilizar a la Justicia de forma torticera»

Tomás Díaz Ayuso no es un personaje público. Hasta hace unos meses era un desconocido. No es más que un profesional intachable que tiene la inmensa suerte de tener una hermana excepcional. Una vida que transitaba entre su familia, su vida profesional y sus amigos. No había nada que mereciera la desmedida e injusta atención política y periodística que ha sufrido. La izquierda política y mediática se ha ensañado con él, con la tenacidad y engaño que le caracteriza, porque su destrucción, personal y profesional, formaba parte de una cacería contra su hermana Isabel. La historia es tan triste como lamentable, aunque ha concluido de una forma que vindica el honor de ambos. Han sido injuriados y calumniados, se ha intentado utilizar a la Justicia de forma torticera para acabar con la carrera política de la presidenta de la Comunidad de Madrid. La Fiscalía Anticorrupción ha archivado la investigación sobre los contratos de Priviet Sportive y ha dejado claro que no hay indicios de tráfico de influencias, prevaricación, negociaciones prohibidas a los funcionarios, fraude o falsedad documental. A partir de esta clara y contundente decisión, la sectaria Fiscalía Europea lo tiene complicado para seguir con su cacería política.

Estamos ante un nuevo fracaso del PSOE, Podemos y Más Madrid. La reacción ética sería que se disculparan. No lo harán, porque consideran que todo vale al servicio de sus intereses y del objetivo de destruir a sus rivales. Lo han intentado en 22 ocasiones, que son las veces que han acudido a los tribunales, pero siempre han fracasado. Es muy sucio intentar destruirla, hundir a su hermano y manchar su honor. Es verdad que la primera vindicación fue ofrecida por los madrileños que le otorgaron una impresionante victoria y luego llegó el apoyo decidido del presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo. Finalmente, la Fiscalía Anticorrupción ha archivado la investigación, porque Isabel y Tomás son dos personas honradas y honorables. Es la única verdad. La presidenta es una mujer curtida que está acostumbrada, aunque sea difícil y duro estarlo, a los ataques injustos y las mentiras de sus enemigos, pero no sucede lo mismo con su hermano que ha sufrido un auténtico calvario. No puede ser que llamarse Ayuso sea un estigma. Ahora solo espero que pueda recuperar su vida profesional.