Sin Perdón
Biden irrumpe en la campaña
«Le ofrece a Sánchez una foto de portada que será utilizada por
el poderoso aparato propagandístico de La Moncloa»
La política internacional se ha movido, sobre todo, por el juego de intereses nacionales. No hay duda de que es un terreno que le gusta a Sánchez y en el que, además, se siente muy cómodo. Es un tema que ha tentado a todos los presidentes, con la excepción de Rajoy, en los últimos años de su mandato. Y ha seguido siendo una parte importante de la actividad de todos ellos tras dejar el cargo. Aznar y Zapatero la mantienen con gran intensidad, mientras que González ha adoptado, en los últimos años, un perfil más discreto y parece que está más interesado por las labores de su fundación, que es la custodia de su importante legado. Sánchez empezó con mal pie su relación con Biden, que mostraba un cierto desinterés que se ha corregido con el tiempo. Esto explica que haya decidido recibirle el 12 de mayo coincidiendo, curiosamente, con el inicio de la campaña de las elecciones municipales y autonómicas. No es algo casual, porque le ofrece una foto de portada que será utilizada por el poderoso aparato propagandístico de La Moncloa.
Sánchez quiere aprovechar el perfil internacional y la presidencia de turno de la Unión Europea en su campaña de reelección. Es lo que haría cualquier líder en sus circunstancias. No hay duda de que Biden, ya sea por cálculo político o por torpeza, adopta una decisión que puede o no favorecer, no lo sabremos hasta conocer el resultado de las elecciones, a uno de los principales contendientes. Es verdad que Sánchez, al igual que Feijóo, no se presenta directamente, pero la victoria o derrota en las municipales y autonómicas será muy importante de cara a las generales. La Embajada podría haber aconsejado que el encuentro fuera en junio, ya que no es urgente revisar los esfuerzos como aliados de la OTAN o fortalecer la relación bilateral en defensa. Así como tampoco lo es analizar la seguridad trasatlántica o el decidido apoyo a Ucrania y los esfuerzos contra Rusia. Todo indica que Biden se siente cómodo con un gobierno socialista comunista. Es algo sorprendente teniendo en cuenta la trayectoria de los Estados Unidos, donde siempre ha existido una enorme preocupación por el comunismo y el populismo.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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