Sin Perdón

La fotografía de la vergüenza de Sánchez

«El PSOE pactará, si dan los números, con Bildu y ERC, porque ha dejado de ser socialista para ser sanchista»

El candidato socialista Pedro Sánchez se hizo la foto de la vergüenza con Mertxe Aizpurua, la recadera de los dirigentes del antiguo aparato político y militar de ETA. Es la persona de confianza en el Congreso de los Diputados de Otegi, Ternera y Txapote, que son los que realmente mandan en Bildu. Es el definitivo blanqueamiento de los herederos de la banda terrorista ETA. No lo hizo con un rostro serio y cariacontecido, sino con una enorme sonrisa, aunque menor que la que mostró Aizpurua. Es lógico, porque es una clara victoria para ellos que bien vale los votos de Bildu. En la agenda radical del sanchismo, es un hito muy importante, porque es la consolidación del eje de izquierdas y la culminación del Pacto del Tinell. Es cierto que el PNV y Junts juegan el papel de tontos útiles, aunque lo hacen con enorme satisfacción. No se dan cuenta de que son perfectamente prescindibles cuando lleguen las elecciones vascas y catalanas. El PSOE pactará, si dan los números, con Bildu y ERC, porque ha dejado de ser socialista para ser sanchista.

Con la excusa de Vox, Sánchez ha puesto a Ortuzar en la tesitura de que solo pueden pactar con él. Se ha vendido barato. Al igual que le sucede a Junqueras no pueden votar en contra de la amnistía, ya que en este juego de trileros es lo que está sobre la mesa. A Bildu le ha bastado la foto, porque tienen otros objetivos. Era un apoyo claro desde el primer momento. Por eso, Sánchez se vuelca con Puigdemont, aunque todo el mundo lo da por seguro. Ha vendido su patriotismo a cambio de poder regresar a casa. Judas traicionó a Jesús a cambio de 30 monedas. Al final, casi todo el mundo tiene un precio y el del fugado de la Justicia es abandonar Waterloo, así como un difuso compromiso alrededor del referéndum. No hay que olvidar que los dirigentes de Convergencia, como él, eran patriotas de billetera. Tras la foto de la vergüenza con Bildu, pronto cerrará su contrato mercantil con Junts, aunque la portavoz diga que «seguimos lejos».

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)