Sin Perdón

La «golden visa» del amigo Sánchez

«La cifra es de auténtico cachondeo ya que se trata de unas 5.000 entre más de un millón de ventas en el sector el pasado año»

El sanchismo debe pensar que los españoles somos idiotas. Es cierto que estamos totalmente aborregados, pero todavía tenemos una cierta capacidad para discernir entre la verdad y la mentira. Esto explica por qué Sánchez ha comprado varias toneladas de «superglue» para pegarse a la silla de La Moncloa. No se puede arriesgar en las urnas, porque ha generado un enorme grado de rechazo. La última ocurrencia es que acabará con las «golden visa» porque es un elemento especulativo que condiciona los precios de la vivienda. Es una gran noticia porque nuestras hijas, nietas, biznietas y tataranietas podrán comprarse casas porque desaparecerán las compraventas asociadas a estos visados. La cifra es de auténtico cachondeo ya que se trata de unas 5.000 entre más de un millón de ventas en el sector el pasado año. No hay duda de que Sánchez es un fino economista que está rodeado de una pléyade de auténticos sabios que merecen ocupar una cátedra en la Complutense. Por patriotismo no incluyo a ninguna universidad de la Ivy League como Harvard, Yale, Princeton, Columbia o Cornell. La política económica gubernamental es chapucera y errática, aunque tenemos la suerte de estar dopados por el BCE.

Es evidente que las 5.000 «golden visa» tienen un impacto irrelevante en la compraventa de viviendas. Ni siquiera creo que beneficie a los comisionistas de las mascarillas amigotes de Koldo y el PSOE, porque se pueden comprar pisos y chalés sin preocuparse por el precio. Ni siquiera servirá para abaratar el precio en las zonas donde se ofrecen viviendas a un precio superior a 500.000 euros, ya que mis hijas mileuristas y tantos millones de españoles que no son altos cargos o asesores del gobierno sanchista no cuentan con medios para hacer estas adquisiciones. Entre 2013 y 2023 se concedieron 14.576 «golden visa». No parece que sea una cifra que justifique este nuevo espectáculo propagandístico aplaudido por la izquierda mediática que está, por cierto, lo suficientemente bien retribuida como para adquirir pisos al mismo precio de las «golden visa». Hay chollos suficientes para todos los amigos del régimen. RTVE es la casa común de la izquierda sanchista, pero el manto protector se extiende a los entes y empresas públicas. Quien es amigo del gobierno, tiene un tesoro.

Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE).