Aquí estamos de paso

Lanzamiento de triples

Podemos y Vox disparan a canasta los de Belarra con la intención de amortiguar su caída electoral

Aprecia Narciso Michavila, el sociólogo de GAD3 que casi nunca falla en las encuestas, que éstas empiezan a mostrar una recomposición del paisaje político que vuelve a acercarnos al bipartidismo. Y añade en la misma entrevista en Más Vale Tarde de la Sexta una imagen que se me antoja de una precisión insuperable para definir la estrategia de quienes a la derecha y a la izquierda de los dos grandes partidos están reaccionando frente a esa tendencia de la opinión pública. Dice Michavila que tanto Vox como Podemos están empezando ya a tirar triples.

El triple es el éxito de un lance del baloncesto en el que el jugador, normalmente a punto de acabar el partido y siempre en momentos de urgente necesidad, intenta desesperadamente arañar puntos o incluso superar en el marcador al adversario que gana por muy poco. Para eso tiene que encestar desde una distancia superior a 6,7 metros de la vertical del aro. Una línea curva marca el límite para esos lanzamientos.

Mi amiga Afra Blanco, que ha jugado al baloncesto, añade, para redondear la precisión de la metáfora, que esa estrategia de los triples sirve además para descompensar la defensa del rival: al buscar la puntuación desde esa distancia, se fuerza al contrario a abandonar las posiciones defensivas alrededor de la canasta, con lo que se dejan huecos abiertos que se pueden aprovechar para presionar más en ataque.

De modo que lanzar triples tiene la doble finalidad de buscar un resultado cuando se tiene casi todo perdido y al mismo tiempo romper la estrategia del adversario.

Podemos y Vox, desde sus posiciones de partidos bisagra que vieron frustrada su capacidad de competir de igual a igual con los de siempre, están decididos a arañar puntos o desconcertar al prójimo, convertido hoy, calendario mediante, en adversario temporal. Disparan a canasta los de Belarra con la intención de amortiguar su caída electoral, tres puntos que no derrotarán al PSOE pero esperan les procuren algo de voto perdido. Y lanzan triples los de Vox con la moción de Tamames presidente, para reventar la estrategia de los populares y abrir huecos en la defensa de su identidad moderada.

Unos y otros ven cómo a punto de que el mayo autonómico y local y el diciembre de las generales, definan el paisaje político de los próximos cuatro años, la España sociológica reorienta su voluntad de juego político de nuevo hacia el bipartidismo. O sea, hacia su debilitamiento como opción, aunque puedan seguir teniendo alguna llave de gobierno. Por eso se empeñan con denuedo en lanzar tiros triples aunque sepan que no todos entrarán por el aro. Confían en la suerte y en poder mover la defensa del otro.

No se trata, por tanto, de dar un vuelco imposible al partido, sino de buscar la fortuna del azar para no perder completamente las posibilidades de influir.

Sabe Podemos que su permanencia en el Gobierno es lo que le mantiene políticamente vivo. Y sabe también Vox que sólo siendo necesario para que el PP gobierne, nutre la atención de un electorado cada vez menos fiel.

Desde la pizarra de una cancha de baloncesto se entiende mucho mejor la estrategia de los monaguillos.

Siguen jugando a los triples. Olvidando acaso que el actual inquilino de La Moncloa sabe de la materia mucho más que ellos. Sánchez jugó al baloncesto, se graduó en Estudiantes y nunca perdió del todo su capacidad de revolverse, contraatacar y desarmar al contario cuando aún se está pensando desde dónde tirar el próximo triple.