Sin Perdón
La pesada de Míriam Nogueras
«Tiempos aciagos donde cualquier diputado sin ninguna formación jurídica puede insultar a los magistrados»
No le falta razón al catedrático Vicente Guilarte, presidente del Consejo General del Poder Judicial, al calificar de pesada a Míriam Nogueras por sus constantes e indocumentados ataques contra los jueces. La verdad es que se queda corto. Estamos en tiempos aciagos donde cualquier diputado o diputada sin ninguna formación jurídica puede aprovechar los privilegios e inmunidades de su cargo para insultar a prestigiosos magistrados que no hacen otra cosa que ejercer sus funciones jurisdiccionales. Nada que ver con los brillantes juristas que accedieron al Congreso de los Diputados. Nogueras es muy pesada, tiene un discurso simplón y es una gran ignorante en estos temas. Es posible que sea sabia en otros, pero lo desconozco. Su único mérito, ya que no tiene experiencia en la gestión de los asuntos públicos o alguna formación académica reseñable, es mostrar una fidelidad ciega a Puigdemont, que como cualquier persona sin formación y mediocre no quiere nadie a su lado que le pueda eclipsar. Nogueras nunca nos sorprende, porque no hay más que lo que escuchamos de ella en el Congreso. Es la voz de su amo.
Esta misma sensación me la provocan algunos expertos en tribunales que nunca han estudiado Derecho. Hay medios entregados al sanchismo que insisten en descalificar a catedráticos, magistrados y letrados de Cortes a partir de la desdeñable opinión de aquellos que no son más que correa de transmisión de La Moncloa. Está bien ser periodista, tengo el honor de serlo, pero sería bueno que esos «expertos» fueran prudentes cuando se afirma de forma tajante que la proposición de ley de amnistía es constitucional. Y lo hacen, además, cuestionando la opinión de algunos letrados de las Cortes que llevan toda su vida dedicada al estudio del Derecho. Nogueras es una pesada, insisto, pero el Gobierno y el PSOE son impresentables al no defender la separación de poderes, el imperio de la ley y la independencia del Poder Judicial. La defensa de la Constitución y el Estado de Derecho es fundamental, porque no podemos permitir que España siga instalada en esta deriva de deterioro de las instituciones. No todo vale para que Sánchez siga en el poder.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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