Sin Perdón

¿A qué se dedica Óscar Puente?

«Le encargaron Transportes y Movilidad Sostenible, pero solo ha logrado que todo vaya peor, mucho peor»

Es una pregunta que se pueden hacer y se hacen muchos españoles. No es fácil determinarlo, aunque nos podemos aproximar. No es un socialista, ya que no tiene compromiso crítico y su única fidelidad es Sánchez. Por tanto, podemos descartar que tenga una ideología identificable. Es cierto que es leal, pero siempre he desconfiado de esa ciega lealtad que conduce a no cuestionar al líder. No es un jurista, porque hace años, demasiados, que se dedica a otros menesteres. En cualquier caso, siempre he defendido que un jurista es algo más que un abogado. Lo digo con todo el respeto. Estudió en una prestigiosa universidad como es Valladolid, y a diferencia de algunos compañeros suyos de partido, no necesita falsificar su currículum. No es un político en un sentido encomiable como sucedía hasta hace un tiempo con los ministros y los diputados, porque lo suyo es el activismo. Hay momentos en que pienso que su forma de entender la política es hacer la revolución desde el bar de la Facultad y por eso se comporta de una forma tan atolondrada. Como la cita de un bar puede molestarle, le recuerdo que se pueden tomar refrescos, cafés, etc. No he introducido la palabra de forma maliciosa.

No es un diputado. No debate, sino rebuzna; no es una crítica porque el Congreso está lleno de rebuznadores profesionales. Lo suyo no es ni la fina oratoria, sino los exabruptos y las descalificaciones groseras, ni el florete, propio de un duelo entre caballeros, sino el garrote. Es una lástima, porque me parecía más talentoso. No hay duda de que complacerá al líder y será jaleado por sus cuates, pero no produce ningún respeto. Nada que ver con la lucha dialéctica entre Churchill y lady Astor. Finalmente, alguien podría creer que es un ministro, pero estaría equivocado. Le encargaron Transportes y Movilidad Sostenible, pero solo ha logrado que todo vaya peor, mucho peor. Ha conseguido que todo el sistema ferroviario esté sumido en un desbarajuste enorme. Los ciudadanos viajamos en tren con la incerteza de no saber cuándo llegaremos. Por tanto, estamos en el punto de determinar la única labor que merece su interés e incluso su pasión, que es la de tuitero. El tiempo que no dedica al Ministerio lo destina a las redes sociales.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)