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Sin Perdón

Sánchez, un socio poco fiable

Se comporta como un auténtico autócrata que considera que puede hacer lo que le dé la gana en la política exterior.

Su errática política exterior tiene como consecuencia convertirse en un socio muy poco fiable. Es el resultado de su debilidad política, ya que no cuenta con una mayoría parlamentaria sólida. Una muestra clara e inequívoca es que no puede presentar ni un proyecto de Presupuestos Generales del Estado, como exige la Constitución, ni una cuestión de confianza. Su único horizonte es la supervivencia a cualquier precio, incluso incumpliendo la Constitución. Es curioso el silencio de los medios de comunicación y los periodistas entregados al sanchismo que durante meses se dedicaron a atacar al PP porque consideraban, en una interpretación tan injustificada como excéntrica, que no la cumplía por no someterse a las arbitrariedades de Sánchez para la renovación del CGPJ. La coherencia y la verdad no son valores que caractericen al sanchismo y sus aliados. Lo sucedido en la cumbre de la OTAN es otro reflejo de la caótica situación política que vivimos. En este caso, todo responde a sus caprichos y arbitrariedades, ya que se comporta como un auténtico autócrata que considera que puede hacer lo que le dé la gana en la política exterior.

¿Qué diría si el PP tuviera un comportamiento similar? La respuesta es sencilla, pero a esto habría que añadir que la izquierda política y mediática llenaría las calles con protestas. Con la chapuza que ha organizado estos días ha conseguido la enemistad de la primera potencia del mundo, que es, además, un aliado estratégico para España. No hay más que ver la dura reacción de Trump y las palabras del secretario general de la OTAN. Por supuesto, ha conseguido el apoyo de Yolanda Díaz, que es una figura política en declive que camina con paso firme a una contundente derrota electoral. A estas alturas, cualquier analista mínimamente riguroso sabe que Podemos superará a Sumar. Uno de los problemas que sufre Sánchez es que se acaba creyendo sus propias mentiras. El gasto militar tendrá que crecer por encima de las extrañas declaraciones que realiza en su campaña de propaganda. Por más que insista en ese pintoresco invento de las capacidades frente a los gastos, la realidad es que nos tendremos que acercar progresivamente al 5 %, aunque es otro de los numerosos líos que deja para cuando Feijóo asuma la presidencia del Gobierno.

Francisco Marhuenda. De la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España. Catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)