Apuntes

Soy un fan del Tito Berni, ese patriota

Visto que ya le han condenado a la hoguera, debería largarse al Brasil, que también hay putas

A ver, chicos, estaréis de acuerdo conmigo en que el «Tito Berni» es un tipo fenomenal. Un tío al que, a las tres de la mañana, le tocan a la puerta de su habitación de hotel, le dicen que le van a presentar unas señoritas y se pone los pantalones en lugar de quitárselos sólo puede ser un caballero y un patriota. Y luego está lo de su sobrino y la juez en ese momento culmen en la historia de la instrucción judicial española. Pregunta la juez: «si usted no ha hecho nada, ¿por qué esta ahí sentado?», y el sobrino, pillado de marrón, en lugar de responder «pues dígamelo usted, a ser posible con pruebas», balbucea algo así como que se han aprovechado de su buena fe.

Visto cómo están las cosas, yo aconsejaría al Tito Berni que, aprovechando que la Fiscalía no ha pedido su prisión preventiva como si fuera un Zaplana cualquiera, hiciera las maletas y se largara al Brasil, país con el que no tenemos tratado de extradición. Sería, claro, una «fuga preventiva», pero a un tipo como el Tito Berni, que daba a los empresarios el «timo del paleto», como hacía Urdangarin, tiene un futuro carcelario cierto y ya le advierto de que, pese a lo que piensa el vulgo, las prisiones no son esos hoteles de cinco estrellas, con piscina, donde a las tres de la mañana se te llena la celda de señoritas. Además, su partido, el glorioso PSOE, ya lo ha amortizado políticamente, en la vieja tradición de los partidos que reza que la presunción de inocencia no vale un pimiento cuando están en juego un puñado de votos. Que se lo digan a Camps, que se comió doscientas portadas del «El País» a cuerpo limpio.

Al Tito Berni ya le han abrasado en la hoguera y la sentencia que le caiga ya será mero trámite. Además, si los chicos del PSOE están en proceso de aliviarse, que ya se sabe que la culpa –desde los maletines de la socialdemocracia alemana, pasando por Filesa, Flic y Flock, y coronando en Roldán y los ERE–, siempre es del PP, no sé por qué el Tito Berni no va a tener derecho a buscarse la vida en una playa de Río de Janeiro, que, no se apure, también hay putas. Así, desde la distancia, tranquilo, el Tito Berni podrá reflexionar sobre su contribución a la burocracia de un país que invita a los empresarios a buscar mediadores, pagarles el marisco y las señoritas, para acceder a subvenciones, ayudas o líneas de crédito publicadas en el BOE. Sobre una burocracia que presupone que en todos y cada uno de los ciudadanos anida un alma de chorizo dispuesto a estafar a la honrada Hacienda pública. Y si eres empresario, no se presupone, se afirma.

Y nada de quejas. Que lo mismo te exigen el C1 de catalán para trabajar de enfermera, te cabreas, lo dices y acaban linchándote desde la misma Administración que impone las normas. Menos mal que el mundo es muy grande y siempre hay lugares amables en donde refugiarse. Los Países Bajos, por citar un ejemplo de rabiosa actualidad; Portugal, con una lengua emparentada con el castellano que te abre puertas en media África y en el gigante brasileño; Suecia, donde te atienden sin problemas en inglés, o la Florida, refugio de hispanos perseguidos. No será muy patriota, cierto, pero si los canadienses y los de Texas no protestan cuando las empresas españolas ganan los concursos de autopistas y ferrocarriles; si los mexicanos tienen sus cuentas corrientes en bancos españoles, no sé por qué se cabrea tanto Pedro Sánchez. Parece casi como una enfermera.