V de Viernes

Vivir a 50 grados

El calor extremo dificulta la vida por el desequilibrio hídrico y el ozono troposférico, contaminante que se dispara con las altas temperaturas

A los 30 grados el calor empieza a desagradar, a los 35 molesta, a los 40 ahoga y a los 50 no se puede vivir. O tal vez sí, porque Elon Musk está obsesionado con llevar a Marte a un millón de personas, donde las temperaturas pueden oscilar desde los 50 grados hasta menos 200. Claro, tienes que montar una cápsula microclimática en donde todo sea artificial, y aun así parece complicado. En España siempre ha hecho un calor sofocante, pero ahora llegamos al límite. Tras un junio fresquito, esta semana las temperaturas casi se nos salieron de los termómetros, presagiando algunos que vamos a superar el récord vivido en La Rambla, pequeño pueblo cordobés que es el más caluroso de España. El pasado 14 de agosto de 2021, alcanzó la exorbitante cifra de 47,6 °C, consiguiendo el récord de la temperatura más alta jamás registrada en el país. Siempre se dijo que nuestra sartén es Écija, pero La Rambla le supera. En general, es el Valle del Guadalquivir la zona con peores temperaturas. Aunque la ciudad más calurosa del mundo es Hermosillo, en México. Se le acerca mucho Mexicali, y también El Cairo, Teherán, Bangkok, la saudí Jizán y las americanas Las Vegas y Phoenix. En estas últimas he tenido ocasión de comprobar cómo es imposible salir a la calle. Diríase que, en realidad, cuesta vivir, si no fuese por el aire acondicionado omnipresente. En la capital de Arizona el calor empieza a las 6 de la madrugada, y no da tregua hasta las diez. A Hermosillo se la conoce como “La ciudad del sol”. Registra picos de 50 grados. En España, amén de La Rambla, el pasado verano se registraron 46,8 grados. Roma sufrió también una severa ola de calor, con termómetros a los casi 47 grados, al punto de denominarla 'La ciudad infernal'.

El calor extremo deseca los campos, multiplica el riesgo de incendios y dificulta la vida de las personas por el ozono troposférico, un contaminante que se dispara con las altas temperaturas y actúa como irritante respiratorio, afectando a niños, personas de edad y pacientes de asma. El calor puede ser mortal. Es un factor agravante de afecciones preexistentes y enfermedades cardiovasculares. La principal manera de lesionar es a través del agua, al producir desequilibrio hídrico. El agua se evapora de la piel y no puede reponerse a tiempo. El sudor evaporado enfría el cuerpo, pero demasiada agua perdida a través del sudor conduce a la deshidratación. Sin suficiente agua, empezamos a perder volumen sanguíneo. La propia temperatura se ve afectada por la circulación, lo que es fatal. Una vez que la temperatura del aire alcanza los 50 grados, nuestro cuerpo ya no puede disipar el calor y la temperatura aumenta. Pueden producirse daños cerebrales cuando se llega a los 42 grados. El cuerpo suda mucha sal y minerales, y si se bebe mucha agua pero no se reponen los minerales, hay problemas.