Ciudad del Vaticano

El Vaticano rechaza quitar el gluten en las hostias de misa

Recuerda que es un «abuso grave» fabricar las sagradas formas, que ya se compran por internet, con sustancias como frutas o azúcar

El Papa Francisco se dirige a presidir la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro del Vaticano
El Papa Francisco se dirige a presidir la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro del Vaticanolarazon

Recuerda que es un «abuso grave» fabricar las sagradas formas, que ya se compran por internet, con sustancias como frutas o azúcar.

La eucaristía es el centro de la vida del cristiano y por eso el Vaticano ha querido recordar algunas normas en lo que concierne al pan y al vino y luchar así contra algunos abusos litúrgicos que cada vez eran más frecuentes. Por ejemplo, las sagradas formas solo pueden ser elaboradas con trigo, sin levadura y no se le puede quitar completamente el gluten, algo a tener en cuenta por aquellos que sufren de celiaquía.

Mediante una carta, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos denunció los abusos contra la eucaristía y «la falta de respeto en el ámbito sagrado», y sugiere una serie de mecanismos que garanticen la validez del pan y el vino empleados.

Sobre el uso concreto del pan adaptado para personas que padecen intolerancias alimenticias –como los celiacos– explica que «las hostias sin nada de gluten son materia inválida para la eucaristía». En su lugar, son válidas «las hostias con la mínima cantidad de gluten necesaria para obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan». Por expreso «encargo» del Papa Francisco, se recuerdan las normas ya recogidas por el Código de Derecho Canónico y en el Misal Romano, y explicadas en la Instrucción Redemptionis Sacramentum de esta Congregación del 25 de marzo de 2004.

En el escrito señala que «el pan que se emplea en el Santo Sacrificio de la eucaristía debe ser ázimo, de sólo trigo y hecho recientemente, para que no haya ningún peligro de que se corrompa». Por lo tanto, «no puede constituir la materia válida para la realización del Sacrificio y del Sacramento eucarístico, el pan elaborado con otras sustancias». Además «es un abuso grave introducir, en la fabricación del pan para la Eucaristía, otras sustancias como frutas, azúcar o miel». Sin embargo, la Congregación «ha decidido que la eucarística preparada con organismos genéticamente modificados puede ser considerada materia válida».

La Santa Sede ha enviado la carta a los obispos de todo el mundo con la intención de que informen a todos los sacerdotes y estén vigilantes para que se lleven a cabo todas estas medidas. En lo referente al vino también hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta. «Debe ser natural, del fruto de la vid, puro y sin corromper, sin mezcla de sustancias extrañas». «No se debe admitir bajo ningún pretexto otras bebidas de cualquier género, que no constituyen una materia válida», dice este departamento del Vaticano encargado de velar por la buena práctica litúrgica en la Iglesia.

En ocasiones, se sustituye el vino por mosto, algo válido puesto que se trata del «zumo de uva fresco o conservado, cuya fermentación haya sido suspendida por medio de procedimientos que no alteren su naturaleza (por ejemplo, el congelamiento)». Tanto en el caso del pan como del vino, el Vaticano establece que «es competencia del Ordinario (el obispo de la diócesis) conceder a los fieles y a los sacerdotes la licencia para usar pan con una mínima cantidad de gluten o mosto como materia para la Eucaristía».

Y es que los tiempos también han cambiado en la confección de las sagradas formas y del vino. Mientras que antes se encargaban algunas congregaciones religiosas, ahora se pueden encontrar a la venta en internet y en algunos supermercados. Y la Iglesia advierte ahora del peligro que conlleva. El Vaticano insta a los obispos a recordar a los presbíteros «su responsabilidad para comprobar quién es la persona encargada de proveer el pan y el vino». De esta manera se podrá garantizar «la genuinidad de la materia eucarística por los fabricantes y su conveniente distribución y venta».