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El Papa preside la Pasión del Señor y reza postrado en el suelo

El papa Francisco (izq), celebra la ceremonia de la Pasión de Cristo del Viernes Santo
El papa Francisco (izq), celebra la ceremonia de la Pasión de Cristo del Viernes Santolarazon

El Papa ha presidido la celebración de la Pasión del Señor y ha rezado postrado en el suelo en la Basílica de San Pedro, durante unos minutos frente al altar bajo el que están los restos del apóstol San Pedro.

El Papa ha presidido la celebración de la Pasión del Señor y ha rezado postrado en el suelo en la Basílica de San Pedro, durante unos minutos frente al altar bajo el que están los restos del apóstol San Pedro.

En la solemne celebración, Francisco ha llegado al templo ataviado con los paramentos morados, y ha seguido la ceremonia que ha presidido el predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, quien ha reflexionado durante la homilía sobre la misericordia de Dios y ha invitado a los fieles a sacar a la luz "la verdadera imagen del Dios bíblico, que no solo tiene misericordia, sino que es misericordia".

Durante la misa, Cantalamessa ha explicado que es la hora de darse cuenta de que "lo opuesto a la misericordia no es la justicia, sino la venganza".

"Jesús no ha opuesto la misericordia a la justicia, pero a la ley del talión: 'Ojo por ojo, diente por diente'. Perdonando los pecados, Dios no renuncia a la justicia, renuncia a la venganza; no quiere la muerte del pecador, pero que se convierta y viva (cf. Ez 18, 23). Jesús en la cruz no le ha pedido al Padre vengar su causa; le pidió perdonar a los que lo crucificaron", ha señalado.

En este sentido, ha indicado que "la brutalidad de los ataques terroristas de esta semana en Bruselas"ayudan a entender el perdón divino. "Por grande que sea el odio de los hombres, el amor de Dios ha sido, y será, siempre más fuerte", ha subrayado.

Finalmente, ha pedido que durante el Año Santo de la Misericordia los católicos encuentren "una respuesta concreta"que haga sentir a todos la alegría de reconciliarse con Dios.

La Liturgia del Viernes Santo es la única del año en la que no hay consagración, pero sí comunión, y está presidida por una cruz cubierta con una tela roja situada en el altar mayor del templo. Está previsto que el Papa Francisco presida el tradicional Via Crucis en el Coliseo de Roma a las 21.15 hora de Roma.