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Abusos a menores

Hans Zollner: «El Papa pedirá a los obispos asumir responsabilidades por los abusos»

Miembro de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y presidente del Centro para la Protección de la Infancia de la Pontificia Universidad Gregoriana. Destaca la lucha emprendida por la Iglesia y asegura que no se puede aventurar cuál será el número de casos que se denuncien en España

"Según los estudios científicos, el celibato no explica que se produzcan abusos. Habría que poner mayor atención en los seminarios"/AP
"Según los estudios científicos, el celibato no explica que se produzcan abusos. Habría que poner mayor atención en los seminarios"/APlarazon

Destaca la lucha emprendida por la Iglesia y asegura que no se puede aventurar cuál será el número de casos que se denuncien en España

Se le considera uno de los mayores expertos en el Vaticano en materia de abusos sexuales en la Iglesia. El jesuita Hans Zollner (Ratisbona, Alemania, 1966) es miembro de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores, creada por el Papa Francisco en 2014, y presidente del Centro para la Protección de Menores de la Universidad Gregoriana en Roma. Teólogo y psicólogo de formación, lleva años estudiando las causas de estos episodios y en las últimas semanas ha lanzado un máster en la Gregoriana, de la que también es vicerrector, para prevenir de estos crímenes cometidos contra menores. Este experto habla con LA RAZÓN para hacer un balance de las nuevas medidas que está diseñando la Iglesia en España con el objetivo de cumplir con la política de tolerancia cero del Papa Francisco.

Estos días ha habido un debate en nuestro país sobre el reducido número de denuncias de abusos. ¿Hay en España menos casos que en otros países?

Son verdaderamente pocos los países en los que conocemos la situación. Cada país tiene sus ritmos, pero donde ha crecido esta sensibilidad se han disparado los casos. Vemos que no se producen necesariamente en el presente, sino que la mayoría se remontan 50 o 60 años atrás. En cualquier caso, la voluntad ciudadana hace necesario poner en primer plano esta situación.

¿Qué debería hacer la Conferencia Episcopal en España para esclarecer los posibles casos de abusos?

En Estados Unidos se conocían estos casos desde hace 30 años, pero la primera investigación llegó en 2002. En Alemania pasó lo mismo: el primer gran informe se inició en 2010 y se publicó hace solo unas semanas. Quiero decir que hace falta tiempo. Lo que se debe hacer es ser honesto y estar preparados para afrontar una realidad que no corresponde a lo que ocurría antes. En España hay casos en los que queda en evidencia que lo que la Iglesia proclama y lo que hacen algunos de sus representantes son dos cosas distintas.

En los países que cita o en otros como Australia, donde se han elaborado informes completos, entre el 5 y el 10% de los sacerdotes se han visto implicados de una forma u otra en delitos de abusos. ¿Hay indicios de que en España puedan existir cifras similares o se podría descartar?

De todos las investigaciones que hemos tenido hasta ahora, desde 1950 a 2010, sabemos que el número de sacerdotes abusadores ha sido bastante similar de un país a otro. No podemos decir si en España el número será más grande o más pequeño, pero lo normal sería que estuviera en la misma línea.

¿Cómo valora la comisión creada por la Conferencia Episcopal Española para luchar contra la pederastia?

No conozco a las personas que la integran, pero la creación de una comisión de este tipo es indudablemente una buena señal, porque demuestra que se toma el problema en serio. Se invierten energías, personal y tiempo para dar atención a un problema que lo merece.

¿Cómo es el proceso desde que hay indicios de un caso de abuso hasta que llega al Vaticano?

Cuando hay sospecha de abuso por parte de un sacerdote, el obispo debe iniciar una investigación. Si hay señal de crimen, el obispo o el superior provincial debe enviar la documentación a la Santa Sede –donde lo estudia la la Congregación de la Doctrina de la Fe– y, al mismo tiempo, debe cooperar con las autoridades civiles. La colaboración con la Justicia y el proceso canónico son dos vías autónomas, pero que no se excluyen la una a la otra.

En ocasiones se ha denunciado que los casos no han salido de la diócesis y por eso el Vaticano no ha podido actuar.

Si un obispo ve los documentos, deben llegar a la la Congregación de la Doctrina de la Fe. Está obligado a hacerlo. Es cierto que en el pasado ha habido casos en los que no se ha hecho, pero en 2011, en tiempos de Benedicto XVI, se estableció un procedimiento por el que si el obispo no coopera con las autoridades eclesiásticas puede ser procesado por negligencia u ocultación. El mayor problema que tenemos es que en la mayoría de los casos los delitos se produjeron hace muchos años y ya han prescrito por la vía civil.

¿Cuál ha sido la mayor aportación del Papa Francisco en este sentido?

Creó la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores, con lo que ha llamado la atención de toda la Iglesia. En países en los que no se hablaba del tema, ahora se habla. Además ha dado importancia a las víctimas, reuniéndose en multitud de ocasiones con algunos de ellos. Y por último, ha denunciado públicamente los casos.

¿Qué se espera de la reunión de las conferencias episcopales de todo el mundo convocadas en febrero para hablar de este asunto?

Será una oportunidad verdaderamente importante para poner en primer plano lo que el Papa ha destacado en su «Carta al pueblo de Dios», publicada en agosto y en la que pidió la implicación de todos los católicos. Habrá que ver las acciones concretas, pero sobre todo pedirá que las estructuras eclesiásticas asuman responsabilidades.

Habitualmente surge la cuestión del celibato cuando se habla de prevención. Usted que estudia estos casos, ¿qué cree que sería lo correcto?

Según todos los estudios científicos, el celibato no explica que se produzcan abusos. Sí que habría que poner mayor atención en los seminarios, donde muchos aspirantes a sacerdotes pueden tener carencias afectivas. Habría que reforzar la selección y no dejar solos a estos jóvenes.

¿De qué hablamos?

Con motivo de la reunión convocada por Francisco con los presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo para atajar el problema de los abusos sexuales, los obispos españoles se han puesto manos a la obra para actualizar los protocolos anti pederastia existentes en nuestro país. Hans Zollner, el mayor experto del Vaticano en

el asunto, ofrece las claves para enfrentarse a esta lacra, que tanto daño

ha hecho a la credibilidad

de la Iglesia.