Covid-19

Los mayores de 60 años han demostrado mayor estabilidad emocional durante la pandemia

Pese a ser el grupo de riesgo por excelencia de la infección por el nuevo coronavirus, mantuvieron niveles de ansiedad, estrés y angustia muy por debajo del resto de la población, según una encuesta online nacional realizada por tres hospitales españoles.

Los mayores pueden pasear o hacer deporte en su franja horaria
Desde este sábado, las personas mayores pueden ir a pasear y hacer deporte individual, respetando unos horarios y la distancia de seguridad, en pleno estado de alarma por la pandemia del coronavirus. EFE/Javier CebolladaJavier CebolladaAgencia EFE

¿Cómo vivieron emocionalmente los mayores de 60 años la fase más aguda de la pandemia? A pesar de tener una diana en la espalda y estar “abrumados” por la avalancha diaria de información que les colocaba como grupo de población de mayor riesgo de desarrollar el Covid-19 de modo más severo, su estabilidad emocional y su capacidad de resiliencia y superación de situaciones difíciles, les blindaron, en cierto modo, frente a sentimientos de angustia, ansiedad y depresión. Así lo muestran los resultados de una encuesta nacional on line llevada a cabo por el Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid i+12, la Universidad Miguel Hernández y el Hospital Universitario San Juan, de Alicante. Este resultado fue una sorpresa para los investigadores, dado que la hipótesis inicial del estudio partía de la premisa de que, posiblemente, esta franja de población tendría más diagnóstico clínico de distrés emocional que otros perfiles de personas más jóvenes, ya que la repercusión del virus en los primeros fue mucho mayor y, además, conocían esta situación de vulnerabilidad por las informaciones disponibles.

Vivencia de la post-guerra

“Atribuimos esta conclusión del trabajo a factores que podrían estar relacionados con la educación y cultura como,por ejemplo, la vivencia de la posguerra, lo que habría facilitado el desarrollo de mecanismos de defensa ante situaciones adversas como la actual”, señala Roberto Rodríguez-Jiménez, investigador principal del i+12 y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM). “No hubo tampoco diferencias reseñables entre hombres y mujeres de este grupo de edad, ambos sexos presentaban la misma actitud de fortaleza emocional frente a la pandemia”, añade.

Los resultados de la encuesta han sido publicados en la revista de prestigio internacional American Journal of Geriatric Psychiatry, con acceso libre. El sondeo se realizó en todo el país entre el 29 de marzo y 5 de abril a una muestra de más de 1.600 personas, 150 de ellas mayores de 60 años, que respondieron voluntariamente y de forma anónima a las preguntas formuladas. La metodología utilizada ha sido la conocida como bola de nieve, que permite extender el conocimiento de la existencia de la encuesta a partir de un primer lanzamiento a través de redes sociales y correo electrónico que permite su reenvío por los posibles usuarios.

También durante el confinamiento

Pero esta no es la única muestra de fortaleza que nos ha dado este grupo de edad durante la crisis del covid-19. Según un estudio de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y Grupo 5, que evaluó en abril el estado psicológico de la población las primeras semanas de cuarentena, las personas de entre 18 y 39 años fueron las que peor llevaron el confinamiento, presentando mayores niveles de ansiedad, depresión y síntomas somáticos que los mayores de 60. Además, estos últimos son los que puntuaron más alto respecto a la percepción de bienestar, a partir de los parámetros de autocuidado y equilibrio emocional. Entre las posibles causas de estos resultados, que también sorprendieron a los investigadores, se encuentra una mayor estabilidad económica o la compañía que suponía el vivir en pareja y/o tener a los hijos en casa.

De este modo, la pandemia ha puesto de manifiesto que la población más joven que, en los primeros meses, parecía sentirse privilegiada por la supuesta “protección” que les brindaba su edad y estado físico frente a los estragos del virus, ha sido la más “tocada” desde el punto de vista psicológico. ¿Será verdad que nuestros mayores están hechos “de otra pasta”?